Es profesora de Derecho Civil en la Universidad y tiene una pa-sión: la cocina. Desde su despacho, Rocío González no se podía imaginar que iba a acabar demostrando sus habilidades culinarias en la televisión en el programa de Cuatro Todos contra el Chef. «Nunca había pensado ir a la tele pero mi cuñada me animó y pensé: por qué no. Es algo que le voy a poder contar a mis nietos», ríe. Y es que no ha ganado al famoso chef una sóla vez sino que tras la primera derrota aceptó la revancha y volvió a salir triunfadora.

El vino oloroso ha sido su arma contra el cocinero del programa, Da-río Barros: tanto la carrillada ibérica como el rabo de toro que la erigieron vencedora, tenían el vino como elemento clave de la receta: «Me gusta la cocina tradicional, con los ingredientes de la tierra, aunque también intento experimentar y puedo hacer un plato minimalista».

El secreto de los buenos cocineros no se puede desvelar, pero Rocío asegura que la clave estuvo en que «tanto el rabo como la carrillada ibérica me salieron muy jugosas, más que al chef», dice sonriendo en voz baja.

La importancia de la cocina

Aunque el programa se emitió hace pocos días, ya le han preguntado si piensa dejar su receta en un restaurante o montar un negocio propio: «Yo nunca le digo que no a nada. De momento creo que no, pero ya veremos si llegan propuestas».

Según Rocío la gastronomía no es sólo una afición sino una necesidad: «Todos deberíamos aprender a manejarnos en la cocina porque relaja mucho», asegura. El único inconveniente es que hace falta tiempo.