Los dirigentes del Xerez no sabían qué decir en el palco del José Zorrilla. Joaquín Morales, desde la distancia tampoco tenía argumentos y prefería mantener silencio. A Joaquín López, vicepresidente de la entidad azulina no le quedaba otra que dar la cara. «El mismo presidente del Valladolid me decía que sentía por nosotros pero que esto estaba siendo un problema psicológico. De momento así viene. No sé cuando va a terminar» contaba López que decía ya no entender de «fútbol, de psicología, no entiendo de nada. Lo único que sé es que hemos perdido tres a uno, y ni el árbitro sirve de excusa».
Ellos tampoco comprenden el brusco cambio que ha sufrido el equipo. «Son los mismos que los de la primera vuelta. Y yo estoy sufriendo esto. Lo lamento, pero no sé qué decir».
En la misma línea se mostraba Diego Rodríguez, director deportivo del Xerez. «Hemos tenido muchas reuniones en las que los jugadores se desahogan y hablan. El míster está constantemente encima de ellos hablando de la situación. ¿El problema? No hay problema, se llevan fenomenal, pero yo no le encuentro una explicación».
Cuando se le pregunta por la continuidad de Lucas Alcaraz al frente del equipo, Diego responde con una negativa. «No, ese no es el problema, porque no pasa nada entre el vestuario y el cuerpo técnico. Lógicamente esa no es la solución pese a los resultados» y vuelve a lo mismo afirmando que «no es normal que estos jugadores firman la primera vuelta que hicieron y ahora tenga este bache. Hay una impotencia terrible, parece que no pueden ni correr». Aunque puntualiza. «No pensemos que no quieren correr. Pero la cuestión es el estado anímico».