-¿De donde le viene la llamada de la montaña?
-Pues viene de los boys scouts y del sitio de donde nací, un pueblecito de montaña gallego. Además, un tío mío me adentró en el mundo de la escalada.
-A pesar de sus raíces gallegas es más jerezano que el fino.
-Es cierto. Me considero jerezano por los cuatro costados ya que me vine a esta tierra siendo muy pequeño. Mi padre es gallego y mi madre, de Jerez.
-Es curioso que se dedique a un deporte como el alpinismo en un lugar tan llano como éste.
-La ciudad de Jerez me da más posibilidades para ejercer mi deporte que Galicia. Está cerca de la Sierra de Grazalema y tiene montañas que, aunque no tengan altitud, poseen varias zonas de escalada de un nivel bastante bueno.
-Con tanto Xerez Deportivo copando la información, ¿hay tradición de montañismo por estos lares?
-Pues sinceramente, hay bastante movimiento alpinista. Existe un club, el Sierra del Pinar, donde militan monteñeros como Manolo Salazar, que ha subido varios ochomiles con la selección andaluza, y otros compañeros que han ascendido picos importantes pero que no son tan conocidos.
-En julio acometerá la subida al Ishinca y el Toclaraju, dos grandes picos de los Andes. ¿Empieza a sentir ya mariposas en el estómago?
-Se acerca la fecha y ya la expedición empieza a sentir el vértigo de una nueva aventura. Ya tenemos el respaldo de los patrocinadores y esperamos no fallar en nuestro objetivo.
-¿Qué hará cuando esté en el pico más alto de los Andes?
-Pondré la bandera de Jerez en lo más alto. El apoyo que nos están brindando los organismos locales está siendo decisivo para que escalemos. Dejaremos el pabellón de Jerez en lo más alto.
- ¿Qué tiene más dificultad en una escalada?
-Lo más complicado es la bajada. Cuando se sube, el montañero suele estar más fresco y más fuerte pero cuando se baja la cosa baja ya que el alpinista suele confiarse.