Los demócratas muestran su hoja de ruta para batir a Trump
Un discurso efectivo de Joe Biden impulsa al candidato en la carrera a la Casa Blanca
Todo sobre las elecciones en EE.UU. 2020, en el Especial ABC
Joe Biden salió a un escenario vacío, pandémico, con la única compañía de un fondo de banderas nacionales y una cámara que le miraba de frente. En la noche del jueves, se jugaba mucho, después de una campaña recluido por el virus y con la urgencia de mostrar sus cartas de forma convincente. Comparecía en el cierre de la convención demócrata y en plena calentura de la campaña.
En la víspera, el que fuera su jefe, Barack Obama, dio un discurso catastrofista sobre la amenaza a la democracia de EE.UU. «No les dejéis que os quiten vuestra democracia», dijo sobre Trump y sus aliados. El actual presidente subió más la temperatura pocas horas antes de que el candidato demócrata hablara. «Si queréis una visión de vuestra vida bajo una presidencia de Biden, imaginad las ruinas humeantes de Mineápolis, la anarquía violenta de Portland, las aceras manchadas de sangre de Chicago», dijo en un mitin en Pensilvania. «E imaginad ese caos llegando a vuestro pueblo y a todos los pueblos de América».
Biden, en su hora decisiva , optó por otro camino. Apeló a la unidad del país , frente a la división que ha marcado la presidencia de Trump: «Soy un candidato demócrata, pero seré un presidente estadounidense. Trabajaré tan duro por aquellos que no me apoyen como por los que lo hagan». Habló del «trumpismo» como «un episodio de oscuridad en EE.UU.» cuyo fin «empieza aquí esta noche». Recetó optimismo -«si me confiáis la presidencia, sacaré lo mejor de nosotros, no lo peor», «nunca ha habido nada que no hayamos sido capaces de conseguir si lo hacemos juntos»- en medio de la crisis sanitaria y económica de la pandemia, en la que se apoyó para invalidar a Trump como presidente.
Su discurso y el carrusel de intervenciones, adhesiones y críticas orquestadas en la convención son una muestra clara de la hoja de ruta de los demócratas para sacar a Trump de la Casa Blanca. Estas serán sus claves:
Todo sobre Trump
Durante toda la semana, el partido demócrata ha dejado claro que el centro de atención de sus mensajes será, ante todo, Trump. Más que ofrecer una alternativa de Gobierno o defender políticas concretas, la campaña se centrará en ataques al presidente. Las encuestas muestran que un alto porcentaje de quienes apoyan a Biden lo hacen como forma de oposición a Trump, y la estrategia no parece que busque cambiarlo y defender el programa de Gobierno del candidato demócrata.
La pandemia como justificación
Muchos de los discursos en la convención se han basado en la gestión de la pandemia para justificar la salida del actual presidente. Es una crisis actual, urgente, sentida en todos los electorados, que no desaparecerá de aquí a las elecciones y que ha ocurrido bajo el timón de Trump.
Minimizar la exposición de Biden
Biden ha hecho una campaña desde el confinamiento en el sótano de su mansión de Delaware y le ha beneficiado. No ha perdido energía, ha controlado el mensaje y ha dejado que la pandemia desgaste a Trump. En la recta final, tendrá más exposición, pero mucha menor de lo que es habitual en el cierre de una campaña. Si no comete errores, como logró este jueves en su discurso, tiene mucho ganado.
Rebatir la idea de la radicalidad
La línea central del discurso de Trump es que Biden es una «marioneta de la extrema izquierda radical», que quiere destruir las libertades del país. Quienes hayan seguido la convención y el discurso de Biden habrán visto un claro esfuerzo por acentuar la moderación de Biden. Apelaciones a su fe, a sus valores familiares, a su relación con el ejército. La campaña seguirá insistiendo en la imagen de un político moderado, que ha tendido puentes hacia los republicanos. Su mujer, Jill Biden, que dio un gran discurso el martes, será una aliada efectiva en esa labor.
Tapar las diferencias en el partido
El formato virtual de la convención, sin la energía habitual de la gran fiesta electoral, ha tenido una gran ventaja: mayor control del mensaje. Mientras que en 2016 hubo protestas y abucheos por parte del ala izquierdista, este año ha sido una balsa de aceite. Los líderes progresistas han tenido un papel limitado y han mostrado su apoyo claro a Biden. La imagen de una conferencia por vídeo conjunta de los siete grandes rivales de Biden en las primarias fue potente. Ahora buscarán mantener esa armonía, centrándose en la prioridad de derrotar a Trump.
Convertir los defectos en virtudes
En un debate entre candidatos en las elecciones de 1984, Ronald Reagan brilló cuando le preguntaron por si su edad -iba camino de convertirse en el presidente más viejo de la historia- sería un inconveniente. «No convertiré la edad en un asunto de esta campaña», dijo. «No utilizará con propósitos políticos la juventud y la inexperiencia de mi rival». Trump ha atacado toda la campaña la supuesta senilidad e incapacidad de Biden, que fue tartamudo de niño, de lo que todavía quedan rastros cuando habla. En la última jornada de la convención, se dedicó mucha atención al tartamudeo de Biden, a sus esfuerzos para superarlo en su infancia, como una muestra de carácter.
Urgencia sobre el voto anticipado
Biden va arriba en las encuestas -algo más de siete puntos, según el acumulado de «RealClearPolitics», y busca aprovecharlo. Una constante en la convención es animar a los votantes a ir ya a las urnas, ya sea por correo o en cuanto se pueda hacer en persona de forma anticipada. Los ataques de Trump al voto por correo han sido utilizados para incitar a los demócratas a ejercerlo y seguirán insistiendo en ello hasta el 3 de noviembre.
Kamala y los nuevos electorados
La elección de Kamala Harris como candidata a vicepresidenta ha tenido una buena acogida en las encuestas. Con más energía que Biden, con más tirón en redes sociales, será decisiva en una campaña maniatada por el coronavirus. El partido necesita recuperar la coalición de Obama en 2008 y 2012 -logró convocar a moderados y minorías- y la candidata será decisiva en ello.
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