Turquía y la UE suspenden las conversaciones políticas hasta junio
Ankara tampoco está presente en la cumbre sobre Siria organizada en Bruselas
El distanciamiento entre Turquía y la Unión Europea durará, al menos, unos meses más. Los dos grandes socios económicos y estratégicos han aplazado los encuentros bilaterales hasta el comienzo del verano, según ha informado el diario Hürriyet Daily News citando fuentes diplomáticas.
La relación con países como Holanda y Alemania se ha deteriorado gravemente durante las últimas semanas. Los dos países europeos prohibieron la celebración en su territorio de mitines por parte de miembros del Gobierno de Ankara . En la ciudad holandesa de Rotterdam, incluso, la policía cargó duramente contra manifestantes pacíficos turcos. El presidente Recep Tayyip Erdogan, como respuesta, ha iniciado una serie de ataques verbales en el que ha acusado a los dos países, en repetidas ocasiones, de nazis.
Desde principios de año cuelga la promesa entre Turquía y la Unión Europea de celebrar un encuentro al más alto nivel. No obstante, el intenso calendario electoral de las dos partes parece retrasar dicha reunión. El próximo 16 de abril, en apenas 10 días, se celebra el referéndum que podría aumentar los poderes ejecutivos y la influencia sobre la judicatura de Erdogan y solo una semana después está programada la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia.
Tras lo evidenciado en el episodio con Holanda, la proximidad de una cita con las urnas no es augura un buen clima de entendimiento entre Bruselas y Ankara. Y eso a pesar de que son varios los temas cruciales que están pendientes.
Por un lado está el famoso y criticado acuerdo sobre refugiados, un pacto que diversos líderes turcos han amenazado con romper si la UE no cumple su parte del trato, esto es, 6.000 millones de euros, eliminar los visados para los visitantes turcos y acelerar su proceso de entrada en el club comunitario. Por otro se encuentra el inicio de las negociaciones para actualizar del Acuerdo de Unión Aduanera, que entró en vigor hace más de 20 años, en 1995. El Ministerio de Economía turco calcula que la renovación del acuerdo podría aumentar el comercio exterior del país eurasiático en cerca de 40.000 millones de dólares al año.
Por el momento, sin embargo, las sensaciones no son las más favorables. De hecho Ankara tampoco ha enviado representantes políticos a la cumbre sobre el futuro de Siria que celebra, entre ayer y hoy, Bruselas. En el encuentro, denominado «Apoyo a Siria y al futuro de la región», sí hay presencia de, entre otros, Noruega, Catar o Kuwait. Turquía es, en cambio, uno de los países más involucrados en el conflicto sirio y ha sido partícipe de numerosos acuerdos internacionales para tratar de reducir la violencia en el país árabe. El último, a finales del año pasado, lo pactó con Rusia e Irán.
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