Trump amenaza con mantener el Gobierno cerrado durante años
El presidente de EE.UU. dice que está «muy orgulloso» de haber paralizado la Administración
Demostrando que es un presidente atípico donde los haya, Donald Trump citó este viernes a los nuevos líderes del Capitolio para amenazarles con alargar el cierre de la Administración «durante meses o incluso años» si no aprueban los 5.700 millones de dólares que exige para construir el muro en la frontera con México . El presidente no sólo no teme que se le responsabilice por el caos administrativo en que vive EE.UU., sino que además lo emplea como arma de negociación. «Estoy muy orgulloso de lo que estoy haciendo», dijo después.
Trump está en el ojo de un huracán político, y es una posición en la que no se le ve nada incómodo. El presidente reunió a Nancy Pelosi , nueva presidenta de la Cámara de Representantes, y a Charles Schummer , líder demócrata en el Senado, en la sala de crisis de la Casa Blanca en la que normalmente los generales le informan de amenazas a la seguridad nacional. Este viernes, sin embargo, debatió en ella sobre la construcción del muro en la frontera, en una reunión tan pomposa como inútil.
«Este problema no se va a solucionar hasta que el Gobierno no esté abierto de nuevo, y eso hoy se lo hemos dejado muy claro al presidente», dijo Pelosi a las puertas de la Casa Blanca tras una reunión que describió como «contenciosa». Como si hubiera estado en otro lugar, Trump dio una conferencia de prensa televisada minutos después en la que calificó el encuentro de «muy, muy productivo».
Mientras, la situación es dramática para 800.000 funcionarios y un número incluso mayor de contratistas de la administración que desde el 22 de diciembre no perciben salarios. Van llegando los días en que les resulta imposible pagar hipotecas, alquileres y préstamos. Los museos y parques públicos ya están cerrados. En Washington no se conceden licencias de matrimonio. Los juicios por delitos migratorios han sido suspendidos y las deportaciones de sin papeles, canceladas hasta nueva orden. Este es ya el tercer cierre administrativo más largo de la historia de EE.UU.
Trump no necesitaba ser adivino para saber que Pelosi y los demócratas no pasarían por el aro. Horas después de tomar posesión de sus cargos, el jueves, estos aprobaron dos paquetes de leyes para reabrir la Administración sin concederle a Trump los 5.700 millones de dólares (5.000 millones de euros) del muro. Con esas leyes llegaron ayer a la Casa Blanca, donde recibieron confirmación de que Trump las vetará, por lo que son también un esfuerzo inútil.
«Necesitamos una frontera segura»
Fue entonces cuando Trump amenazó con alargar el cierre meses o años. «Se lo dije así, y tanto yo como los republicanos en la Cámara y el Senado coincidimos en que necesitamos una frontera segura, porque sin fronteras no tenemos país», dijo el presidente en la rueda de prensa posterior, en la que aclaró que aun así confía en que «la situación quede resuelta en un plazo máximo de varios días». Ambas partes aceptaron crear un grupo de seguimiento para mantener contactos permanentes que comenzará a trabajar este fin de semana. A Trump le representará en él el vicepresidente, Mike Pence .
Es Trump quien se niega a reabrir el Gobierno hasta que el Capitolio le dé el dinero para el muro. Ha propiciado esta crisis con la sola amenaza de vetar los presupuestos y, en un ejercicio de audacia política, no niega que sea decisión suya. «No voy a ceder, necesitamos seguridad en la frontera», dijo ayer.
En una decisión sintomática, el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell , no compareció con el presidente en la Casa Blanca tras la reunión. Al acabar esta regresó al Capitolio, donde ha recibido presiones de un grupo de republicanos moderados para que apruebe los presupuestos tal y como los proponen los demócratas, ante el temor de que se eternice el cierre.
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