Coronavirus Italia

«Es una tragedia»: en Lombardía mueren 546 personas en un solo día

Dramática carta de alcaldes de la provincia de Bérgamo al primer ministro Conte para que se cierren fábricas y se paralice toda la actividad productiva

«En Bérgamo se están cancelando enteras generaciones, sin ni siquiera poder darles un digno silencio»

Una ambulancia llega a un hospital de Bérgamo, Italia, este sábado 21 de marzo de 2020 EFE

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«Es una tragedia». Así califican la catastrófica situación de Lombardía el presidente de la provincia de Bérgamo, Gianfranco Gaforelli , y el alcalde de la capital Giorgio Gori , que han dirigido una dramática carta al primer ministro, Giuseppe Conte , para hacerle una petición que jamás nadie hubiera podido imaginar en esta provincia, que cuenta con 80.000 pequeñas y medianas empresas: «Ha llegado la hora de pararse, pero de verdad», advierten.

A primera hora de la tarde del sábado se conocían los datos oficiales de la difusión de la epidemia en Lombardía, región con diez millones de habitantes, y son dramáticos: Las personas positivas son 25.515, lo que supone un incremento de 3.251 con relación al viernes. Pero «el dato que más daño hace», en palabras del consejero de Asuntos Sociales, Giulio Gallera , es el de los muertos que crecen a un nivel inesperado: 3.095 (+546) en total, desde el inicio de la epidemia, el pasado 21 de febrero; es decir, en un solo día ha habido 546 muertos.

«Ha llegado la hora de pararse»

«La situación que se vive en toda la región de Lombardía asume ya connotaciones de la tragedia y esto es todavía más evidente, desgraciadamente, en nuestra provincia de Bérgamo que en estos días está viendo morir tantos hombres y mujeres y cancelar enteras generales, sin ni siquiera poder darles un digno saludo». La carta, firmada por alcaldes que representan a todos los partidos políticos, la dirigen también al presidente de Lombardía, Attilio Fontana , para pedir una intervención más dura y coercitiva.«Somos conscientes –escriben– de la importante presencia de actividades productivas en la región de Lombardía y somos conscientes de mayores restricciones podrían comportar graves consecuencias económicas, pero por el momento todo esto parece necesario para salvar las vidas y para tutelar el valor primario de la salud que no puede preceder al del mercado económico, aunque este sea sacrosanto. Los desplazamientos en el territorio –añaden los alcaldes– son todavía demasiados y muchos inexorablemente constituyen un canal de difusión de este virus. Ha llegado el momento de pararse, pero de verdad».

El primero en pedir que se paralizase totalmente la ciudad y se cerraran todas las fábricas y cualquier actividad, salvo las básicas, fue el alcalde de Bérgamo, Giorgio Gori, al ver la situación dramática, insoportable, que se vivía en los hospitales, saturados y sin poder atender ya a más pacientes.

«Situación peor de lo imaginable»

El hospital Papa Giovanni XXIII de Bérgamo, con mas de 400 camas dedicadas a los enfermos de coronavirus, ha transformado su unidad de cuidados intensivos en la más grande de Europa con más de 80 puestos. Pero es también muy insuficiente. Algunos pacientes graves son trasladados incluso a regiones del sur que se han ofrecido a acogerlos. Giorgio Gori, alcalde de Bérgamo, ciudad de 120.000 habitantes, no está de acuerdo con las cifras oficiales que se dan de contagiados y muertos. Las cifras oficiales de la provincia homónima, con un total de 1.100.000 habitantes, indican que los contagiados son 5.154 (hasta el viernes, día 20) y los muertos casi 700, exactamente 695. Pero para el regidor de Bérgamo son «muchos más»: «En esta provincia, el número de fallecimientos a causa del virus es con mucho superior al de las estadísticas oficiales. Muchos enfermos mueren de neumonía en sus casas, o en asilos sin que nadie les haya hecho una prueba del coronavirus, ni antes ni después de morir. Para hacerme una idea, he llamado a una docena de alcaldes: en esos municipios el número de muertos atribuibles a la epidemia es unas cuatro veces superior a la cifra oficial». Gori reconoce que la situación en los hospitales es desesperada, «peor de lo que se pueda imaginar; los ancianos ya mueren en sus casas»: «A los hospitales públicos se han añadido los privados. Se han multiplicado las camas y los puestos para cuidados intensivos, pero no es suficiente. Las personas que tendrían necesidad de ser hospitalizadas y curadas son muchas más», afirma el alcalde Bérgamo.

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