«Si lo ponen tan difícil, mi hermano no va a poder venir a Londres»
Españoles que trabajan en el Reino Unido muestran su preocupación por el nuevo sistema de visados en el Reino Unido... Aunque no todos
Pablo Sánchez tiene 23 años y trabaja desde hace dos meses como dependiente en una tienda de Londres. Tardó solo un par de semanas en encontrar trabajo desde su entrada al Reino Unido. Llegó al país siguiendo los pasos de su hermana mayor, que vive en la capital británica hace ya cuatro años y que, aunque ahora es administrativa en una empresa, también empezó como vendedora, sobre todo porque no hablaba inglés cuando salió de España.
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La pregunta sobre qué opinión le merece el nuevo sistema de inmigración que pondrá en marcha el gobierno de Boris Johnson a partir de enero de 2021 pilla a Sánchez por sorpresa. «No tenía idea, la verdad es que no leo los periódicos y mi hermana no me ha dicho nada», asegura.
Pablo: «Antes de enero no creo que hable inglés»
Después de conocer el plan en líneas generales, se muestra preocupado. «La verdad es que no lo sabía, y tampoco creo que antes de enero hable bien inglés, seguro que esto es culpa del Brexit, me parece que es bastante injusto». Además, explica que el próximo año pensaba venir también su hermano menor, de 18 años y que está estudiando Formación Profesional. «Pero tal vez no pueda venir si al final lo ponen tan difícil, no sé lo va a creer cuando se lo cuente», afirma.
Paloma: «Es muy injusto que nos traten así»
También como «injusto» calificó el nuevo mecanismo Paloma López, que lleva en Mánchester un año. «He cambiado de trabajo un par de veces, siempre como camarera. Ya hablo bien inglés, pero no tengo ningún título universitario», dice, y asegura que está «un poco agobiada» por su futuro. «Hice el trámite del settle status (permiso de residencia) pero no me han respondido, creo que está mal y es muy injusto que nos traten así a los europeos».
Marcos: «Me parece fenomenal que exijan inglés»
De otra forma ve el panorama Marcos, un madrileño que no quiere dar su apellido y que trabaja en el sector de la banca en la City londinense desde hace una década. «Me parece fenomenal que exijan que la gente hable bien inglés y que demuestre que vale para su puesto», afirma.
«Mira, yo aquí he visto de todo: gente que se inventa el currículum, que dice que habla inglés y es mentira…», señala, y añade que «en España deberían hacer lo mismo, que le exijan a los inmigrantes al menos hablar el idioma del país en que están». Además, se muestra convencido de que la exigencia de un salario mínimo es algo muy positivo: «Muchos inmigrantes están explotados y eso se va a acabar».
Silvia: «Dejan de lado lo que la inmigración aporta»
Silvia González, miembro de The 3 million, organización que defiende los intereses de los ciudadanos comunitarios residentes en Reino Unido, asegura que «no vemos la propuesta con buenos ojos», porque divide a los inmigrantes «en más cualificados y menos cualificados, parece que eres mejor en función del dinero que ganas o de cuántos años hayas estado en la universidad».
Según González, esto «deja de lado lo que la inmigración puede aportar a este país. Por ejemplo, hay muchísimos inmigrantes comunitarios que dan servicio en el sector de los cuidadores, una necesidad básica ahora mismo debido a la población envejecida del Reino Unido».
Asimismo, se muestra contrariada, ya que mientras el gobierno ha tratado a los comunitarios como «sus amigos y sus vecinos, ahora hablan de los inmigrantes en términos mercantiles», algo que considera «bastante negativo, y la gente está afectada y preocupada».