Una segunda Siria para Erdogan y Putin
Los dos líderes llevan al norte de África la pugna que han mantenido durante años en Siria
El futuro de Libia se discute en Berlín y no está en manos de los libios. La caída y asesinato de Muamar Gadafi, propiciados por una intervención militar internacional lanzada en 2011 bajo el amparo de la ONU y liderada por Francia y Reino Unido, sumió al país en una guerra civil interna que en los últimos nueve meses tiene a Trípoli como gran objetivo. Los libios son los peones de la gran partida que Rusia y Turquía disputan sobre el terreno a través de su apoyo político y militar al líder del Ejército Nacional Libio (ENL), Jalifa Haftar,y a Fajez Serraj, primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional (GNA) reconocido por la ONU, respectivamente. Como ocurre en Siria, ambas potencias apoyan opciones diferentes sobre el terreno y están dispuestas a llegar hasta el final. El líder rebelde, cuyo objetivo es «liberar Trípoli de milicias», cuenta además con el apoyo de Egipto, Jordania, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Francia, mientras que el líder reconocido por la comunidad internacional tiene también el respaldo de Qatar e Italia.
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Todos estos países reunidos en Alemania hablan de la importancia del «alto el fuego» y del «embargo de armas», del riesgo de la «injerencia externa» y asienten cuando la Unión Europa o Naciones Unidas recuerdan que «no hay una solución militar a la crisis»… pero en los últimos meses han sido los responsables de avivar la llama con el envío de armamento y tropas . La ONU recogió en un informe de noviembre al que tuvo acceso Al Jazeera que EAU, Sudán, Turquía y Jordania no respetaban el embargo de armas y Ankara aprobó a comienzos de años el despliegue de una fuerza especial, la mayoría milicianos islamistas sirios, para proteger la capital.
Recep Tayyip Erdogan y Vladimir Putin trasladan su pulso al norte de África y ellos serán quienes impongan las reglas del juego. Trípoli sigue en manos de Serraj gracias a la operación rescate ordenada por Ankara, pero Haftar tiene cercada la capital y sus fuerzas se han hecho recientemente con el control de Sirte, tercera ciudad más importante del país. El general rebelde es también quien protege con sus hombres las principales infraestructuras petroleras que cuenta con las mayores reservas de crudo de África y las novenas del mundo.
Las cumbres internacionales son importantes para consensuar mensajes, pero lo es más que exista voluntad política por parte de los principales implicados en cumplir su palabra y poner fin a esta catástrofe humanitaria.