Sale de la cárcel después de 43 años condenado injustamente en EE.UU. por triple asesinato
Kevin Strickland, afroamericano de 62 años, había sido condenado en 1979 a cadena perpetua por un jurado compuesto exclusivamente por blancos por un triple asesinato ocurrido un año antes en Kansas City
![Kevin Strickland, a su salida de la cárcel](https://s2.abcstatics.com/media/internacional/2021/11/24/preso-eeuu-kZmG--1248x698@abc.jpg)
Fue detenido en abril de 1978, a los 18 años. Kevin Strickland , de raza negra, ha pasado su vida entre rejas por un triple homicidio. Siempre ha defendido su inocencia. Tenía testigos que confirmaban su versión. La única persona que declaró en su contra se desdijo después denunciando presiones policiales. Y el martes, finalmente, un juez de Misuri decretó su libertad inmediata, exonerándolo de forma completa. En estos 43 años, no vio crecer a su hija ni pudo acompañar a su madre en sus últimos momentos antes de morir, el pasado mes de agosto.
«Este es un ejemplo de cómo el sistema judicial aquí prioriza antes cerrar los casos que hacer justicia», dijo tras el veredicto la abogada de Strickland, Tricia Rojo Bushnell, que además dirige la organización Midwest Innocence Project, que combate veredictos y condenas erróneos.
El 25 de abril de 1978 , unos conocidos pararon por la casa de Strickland para conversar un rato. Este se quedó después con su hija recién nacida. Dos de esos conocidos, Kim Adkins y Terry Abbott, fueron después a otra residencia a cobrarse una deuda de 300 dólares. Había en ella cuatro personas: Sherrie Black, Larry Ingram, John Walker y Cynthia Douglas. A los tres primeros los ejecutaron, y Douglas quedó herida.
La policía detuvo a Strickland, que pensó que solo se le llamaba a testificar. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que era un sospechoso. Pidió que la testigo, Douglas, hiciera una ronda de reconocimiento, pensando que así se demostraría su inocencia. Pero esta sí le identificó como autor del delito. Luego ella testificaría que la policía le presionó , y se desdiría. Aun así, su único testimonio sirvió para imputar a Strickland.
Este se defendió presentado testimonios y pruebas de que durante el delito estaba en su casa con su hija, haciendo llamadas, viendo televisión, pero no sirvió de nada. Los verdaderos autores del homicidio, Bell y Kim Adkins, fueron arrestados semanas después , en junio de 1978. Ambos testificarían años después que Strickland era inocente, pero la justicia les ignoró durante 43 largos años. Se declararon culpables y fueron condenados a 20 años. Como Strickland defendió su inocencia hasta el final, y rechazó declararse culpable también, fue condenado a la cadena perpetua.
Fue en un segundo juicio, con un jurado íntegramente blanco . Antes, otro jurado se declaró incapaz de alcanzar un veredicto porque el único integrante negro se negó a condenar a Strickland por falta de pruebas.
En estos 43 años en prisión, Strickland ha padecido problemas de salud —dos infartos e hipertensión— y ahora utiliza silla de ruedas. Ha peleado siempre por demostrar su inocencia, pidiendo que se reabriera el caso y escribiendo a los políticos para que le ayudaran a conseguir un perdón de los gobernadores de Misuri, que se negaron repetidamente.
Este año pasará sus primeras fiestas de Acción de Gracias fuera de la cárcel desde que tenía 18 años . Según dijo en una reciente entrevista con el diario 'The Washington Post', nunca ha visto el mar y una de sus prioridades es visitarlo, junto con la tumba de su madre.
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