El responsable de seguridad de Macron se disfrazó de policía para pegar una paliza a un manifestante
Un portavoz oficial del Elíseo ha confirmado la identidad del acusado, anunciando que había sido «suspendido» de empleo y sueldo
![Alexandre Benalla, a la izquierda, pegó una paliza a un manifestante indefenso](https://s3.abcstatics.com/media/internacional/2018/07/20/benalla-macron-k5vE--1248x698@abc.jpg)
Escándalo inflamable a las puertas del Elíseo, donde sigue trabajando como «responsable de seguridad» un oscuro personaje acusado de «disfrazarse» de policía , ilegalmente, y dar palizas, a bastonazos, a manifestantes que protestaban contra Emmanuel Macron el 1 de mayo.
El escándalo ha tardado más de dos meses en estallar , pero sus llamaradas políticas han puesto cerco a la presidencia de la República.
El vespertino «Le Monde» ha publicado un vídeo en el que aparece un responsable de la seguridad personal de Emmanuel Macron c on un casco de policía antidisturbios , dando una paliza a un manifestante que se encontraba tirado en el suelo, indefenso.
Un portavoz oficial del Elíseo ha confirmado la identidad del acusado, anunciando que había sido «suspendido» de empleo y sueldo, durante dos semanas, intentando evitar por todos los medios que el escándalo se hiciese público.
Confirmada la identidad del acusado, la Fiscalía de París ha abierto una investigación preliminar por las agresiones contra manifestantes, estimando que existen sospechas fundadas de varios delitos : «actos de violencia por parte de una persona en comisión de servicio público», «usurpación de función» y «usurpación de signos reservados a la autoridad pública»... delitos por los que pudiera ser inculpado Alexandre Benalla, alto responsable de la seguridad de Emmanuel Macron desde la campaña electoral de la primavera de 2017.
Quienes cubrimos de cerca la victoriosa campaña electoral de Emmanuel Macron recordamos con precisión el comportamiento «enérgico» y «expeditivo» de Benalla , cuando fotógrafos y reporteros intentábamos aproximarnos al futuro presidente. Benalla siempre se justificaba, entonces, afirmando que a Macron no le «gustaba» tener a los periodistas «demasiado cerca».
Instalado en el Elíseo, Macron nombró a Alexandre Benalla «consejero» y «encargado de misión» para asuntos de seguridad personal. Benalla siempre está muy cerca del presidente durante sus numerosos viajes nacionales e internacionales.
Con esos antecedentes, el vídeo que muestra a Benalla apaleando a un manifestante, durante las protestas del 1 de mayo pasado , se ha transformado en una bomba de relojería política.
Los portavoces oficiales de Macron afirman que Benalla ha sido «castigado con severidad» , con una suspensión de empleo y sueldo de dos semanas. Castigo sin consecuencias jurídicas, intentando enterrar el escándalo con rapidez.
Bruno Roger-Petit, portavoz oficial del Elíseo, estima que Benalla se comportó de manera «inaceptable» , ya que «se excedió ampliamente en sus funciones al participar físicamente participando en una operación de mantenimiento del orden».
Benalla no actuó solo. Estaba acompañando de un gendarme jubilado , que trabaja para el partido de Macron, La República En Marcha (LREM).
Abriendo una investigación preliminar, la Fiscalía de París da al escándalo unas proporciones imprevisibles en el terreno judicial , cuando las llamas del incendio político han cercado el Elíseo.
La derecha, el centro, la izquierda, la extrema izquierda y la extrema derecha ponen el grito en el cielo, denunciando un «escándalo de Estado» , intentando salpicar a Macron con las gotas de sangre derramadas por el manifestante apaleado por unos de los responsables de su seguridad personal.
Tras la investigación preliminar, la Fiscalía podrá iniciar o no iniciar la instrucción judicial del escándalo, sin prejuzgar su resultado final.
Las llamaradas políticas, por el contrario, quizá contribuyan a consolidar la imagen de un presidente «bonapartista» rodeado con frecuencia de personajes de poco fiar, no siempre secundarios.
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