Quince meses de prisión para el ex vicecanciller austriaco Strache por corrupción
Por haber favorecido a una clínica privada a cambio de 10.000 euros destinados a financiar su partido y unas vacaciones pagadas en Grecia que disfrutó personalmente
El escandaloso 'Caso Ibiza', que hizo estallar la coalición de los conservadores austriacos de Sebastian Kurz con la extrema derecha del FPÖ, ha terminado con una condena de quince meses de prisión incondicional para Heinz-Christian Strache , por haber favorecido a una clínica privada a cambio de 10.000 euros destinados a financiar su partido y unas vacaciones pagadas en Grecia que disfrutó personalmente. El entonces vicecanciller de Austria y líder del FPÖ fue grabado con una cámara oculta en un chalet de Ibiza, mientras la falsa sobrina de una falso magnate ruso intercambiaba con él favores del gobierno de Austria a cambio de dinero. Fue una trampa urdida por medios de comunicación tras la que siguieron tirando del hilo los fiscales. «La cronología de los hechos no deja lugar a dudas», ha declarado la magistrada Claudia Moravec-Loidolt , «y los beneficios recibidos son irrefutables».
Noticias relacionadas
Strache ha negado las acusaciones hasta el último día del juicio. «Nunca he recibido favores en mi vida, actué por convicción», ha insistido una y otra vez, pero el tribunal ha considerado probado que ayudó al amigo propietario de una clínica privada a realizar un cambio en la ley beneficioso para su negocia y que, como contrapartida, diversas donaciones fluyeron al FPÖ, cuyo presidente era Strache en ese momento. El amigo de Strache, el empresario Walter Grumbmuller , ha sido sentenciado por su parte a doce meses de libertad condicional por soborno. Las sentencias aún no son definitivas.
Recurrirán la sentencia
El enfoque del proceso se centró en los esfuerzos del empresario para obtener acceso al fondo de financiación hospitalaria para su clínica privada de belleza de Viena. La inclusión en el fondo facilita la compensación de los servicios médicos. Donó a cambio un total de 12.000 euros en 2016 y 2017 al FPÖ, que todavía estaba en la oposición en ese momento. También invitó a Strache a la isla de Corfú. La clínica finalmente tuvo acceso al fondo en 2018, después de que Strache se convirtiera en vicecanciller. Los acusados alegan que los hechos no están relacionados y recurrirán la sentencia.
Este caso torció definitivamente el destino político de Strache, todopoderoso presidente del FPÖ y vicecanciller, que hubo de dimitir de todos sus cargos en el gobierno y en el partido después de que se hiciera público en mayo de 2019 el vídeo grabado dos años antes. Posteriormente, cuando fue confiscado su teléfono móvil, aparecieron mensajes de texto comprometedores que han sido utilizados como pruebas. Strache negó haber pisado Corfú o haber tenido conocimiento de las donaciones, pero en el transcurso del juicio, aparecieron además pruebas de que Strache había malversado más de medio millón de euros de los fondos del FPÖ para financiar su estilo de vida, durante los 14 años que estuvo al frente del partido, lo que le ha valido el ostracismo por sus antiguos compañeros políticos. Expulsado de la formación política, intentó volver a presentarse por su cuente a las elecciones generales austriacas de octubre de 2020, pero no obtuvo votos suficientes para lograr la presencia parlamentaria. El FPÖ, ya fuera del gobierno y dañado por la enorme publicidad del caso Strache, descendió desde el 26% obtenido en las anteriores elecciones a solo el 16%.