Puerto Rico cierra en falso su crisis con un nuevo gobernador

La salida de Ricardo Rosselló como gobernador de Puerto Rico , acosado por escándalos y protestas masivas, y la llegada de su sucesor no han calmado las aguas en la isla. Rosselló, que el viernes dejó de ser formalmente gobernador, eligió a dedo al abogado Pedro Pierluisi para que le siga en el cargo, decisión que algunos creen inconstitucional.

Rosselló dimitió tras semanas de protestas callejeras y presión política -en Puerto Rico y en Washington- por casos de corrupción en su Gabinete y la filtración de un chat con altos cargos en el que se vertían comentarios vulgares, sexistas y homófobos contra rivales políticos y se hablaba con ligereza de las víctimas del huracán María. Según la constitución de Puerto Rico, el encargado de suceder al gobernador es el secretario de Estado . Pero ese puesto está vacante desde la dimisión de Luis Rivera, involucrado en el escándalo. El siguiente en la línea de sucesión es el secretario de Justicia, pero su titular, Wanda Vázquez, dice no estar interesada.

Rosselló decidió nombrar a Pierluisi secretario de Estado para que después jurara como gobernador, lo que hizo el viernes. Pero algunos critican que el proceso no es constitucional, porque Pierluisi debía haber sido confirmado como secretario de Estado por el Senado, algo que no se produjo. Mañana se celebrará una sesión para hacerlo, pero no está claro el resultado ante la reacción negativa de parte de la opinión pública contra Pierluisi, acusado de corrupción y de representar los mismos males que Rosselló. Ya se han organizado protestas contra él.