La UE prepara sus planes de contingencia ante un Brexit sin acuerdo
Según los tratados de la UE, todos los Estados miembros están obligados a convocar comicios europeos y el Reino Unido podría verse obligado a elegir eurodiputados si el Brexit se retrasa más de dos meses
En las últimas 24 horas, el jefe negociador de la UE para el Brexit, Michel Barnier , se ha mostrado muy activo tanto en redes sociales como en las instituciones para avisar a los diputados británicos: «Si no hay acuerdo, no hay periodo transitorio»; y una vez derrotado el pacto de Theresa May, otro aviso a navegantes: cuidado, «no hay una mayoría clara entre los Estados miembros para una prórroga». Desde la UE se avisa que no depende solo del Reino Unido arrancar una prórroga. «¿Una prórroga, para qué?». El próximo 21 de marzo tendrá lugar una cumbre entre los líderes de los Veintisiete para discutir los próximos pasos. Entretanto, desde Bruselas se han estado preparando para el peor escenario y han adoptado medidas en caso de divorcio a las bravas.
Noticias relacionadas
A menos de 400 horas para la ruptura, el Parlamento Europeo, en sesión plenaria en Estrasburgo, ha aprobado este miércoles varias medidas para minimizar el impacto del Brexit sobre los ciudadanos y empresas de la UE, en el transporte, los Erasmus, la seguridad social y la pesca. Ambos actores, Londres y Bruselas, quieren mitigar los peores efectos, con la esperanza de asegurar que, al menos, los aviones volarán y los suministros críticos continuarán cruzando el Canal, aunque el caos logístico y las incertidumbres legales se convertirán en barreras significativas, recogió el Centro de Política Europea. El daño sería, en última instancia, asimétrico y mucho más doloroso y complejo de gestionar para el Reino Unido.
Erasmus y transportistas
La legislación establece que todas las actividades de movilidad en el marco del programa Erasmus + actual que comenzó antes del 30 de marzo de 2019 se financiarán hasta que se completen (por un máximo de hasta 12 meses). «Esto incluirá estudiantes británicos, becarios y personal dedicado a actividades de movilidad en países de la UE y viceversa», informan fuentes parlamentarias. Estas medidas tratan de garantizar que los ciudadanos comunitarios en Reino Unido, y los británicos en la UE, puedan mantenerr sus beneficios sociales adquiridos antes del Brexit.
El principio de reciprocidad rige estas medidas para mitigar el impacto de un Brexit sin acuerdo. Así, los barcos europeos podrán pescar en aguas británicas y los británicos hacer lo propio en aguas de la UE.
Los servicios de transporte aéreo directo entre el Reino Unido y los Estados miembros están casi totalmente en manos de las compañías aéreas del Reino Unido y de la Unión, por lo tanto, resumen fuentes comunitarias, la pérdida por parte de las compañías aéreas de su derecho a prestar servicios aéreos entre el Reino Unido y los Estados miembros supondría grandes alteraciones.
Ante un escenario de salida abrupta, el Parlamento Europeo ha acordado que las aerolíneas británicas puedan seguir operando rutas entre la UE y el Reino Unido durante doce meses, siempre que se ofrezca un acceso equivalente a las compañías de la UE, aclaran fuentes parlamentarias. Además, los eurodiputados han instado a la Comisión a extender de manera temporal, pero como máximo hasta marzo de 2020, las licencias de operaciones a las compañías en manos no europeas tras el Brexit para darles tiempo a reestructurar el accionariado. Igualmente, el pleno ha emitido un voto a favor de permitir a los operadores británicos llevar bienes a la UE hasta el final de 2019, siempre que Londres permita hacer lo mismo a las compañías de la UE en su territorio. Para el transporte en carretera, la propuesta de la Eurocámara prevé medidas temporales en términos similares para permitir a los operadores del Reino Unido transportar temporalmente mercancías a la UE durante nueve meses (hasta el 31 de diciembre de 2019) siempre que el Reino Unido autorice estos movimientos a los transportistas comunitarios.
¿Hasta cuándo puede ser la extensión?
«Hoy estamos en manos del sistema político británico», dijo el primer vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, a los eurodiputados en Estrasburgo. «La solución debe venir de Londres», agregó, descartando una nueva renegociación del acuerdo de retirada después de una segunda derrota de la «premier».
Por su parte, May abrió ayer la puerta a la revocación del artículo 50 y a un segundo referéndum en su alocución posterior a la derrota parlamentaria: «La UE querrá saber cómo hacer una extensión», advirtió. «Esta casa tendrá que responder a esa pregunta. ¿Desea revocar el artículo 50? ¿Quiere celebrar un segundo referéndum? ¿Quieres irte con un trato pero no con este?». Reino Unido se enfrenta a desafíos políticos, económicos y constitucionales para salir de la Unión Europea sin un acuerdo el 29 de marzo, dijo el miércoles el ministro Michael Gove.
Líderes europeos como Emmanuel Macron, presidente francés, avisan que si se solicita una prórroga, los británicos tienen que explicar el porqué. El primer ministro austriaco, Sebastian Kurz, ha sido más favorable a un entendimiento asegurando que harán todo lo posible para evitar un Brexit cáotico. «Supongo que entre los jefes de gobierno (de la UE) existe la opinión unánime de que tiene sentido evitar un escenario sin acuerdo, un llamado Brexit duro».
Desde el Parlamento, el líder de los liberales de ALDE y encargado del Brexit en la Eurocámara, Guy Verhofstadt, ha sostenido este miércoles que extender el Brexit más allá de las elecciones legislativas de la UE del 23 al 26 de mayo permitiría a los partidarios del Brexit secuestrar el debate europeo.
La UE se ha plantado ante la posibilidad de una prórroga -votación prevista para este jueves- si esta se extiende más allá del inicio de la nueva legislatura el próximo 2 de julio. Según los tratados, todos los Estados miembros están obligados a convocar comicios europeos y los británicos, por tanto, tendrían derecho a elegir representantes. Una extensión más allá de esta fecha conllevaría importantes desafíos legales y de legitimidad del Parlamento Europeo. Pero en la UE no todo es blanco o negro.