Polonia cuestiona la calidad democrática de la UE

Von der Leyen responde al primer ministro polaco que «no permitiremos que pongan en peligro nuestros valores»

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, durante la sesión del Parlamento Europeo EFE / Vídeo: En medio de las tensiones, muchos polacos se manifestaron a favor de la permanencia en la Unión Europea este 11 de octubre- ATLAS

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El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki , ha enviado a los líderes de la Unión Europea una advertencia en la que señala que el bloque corre el riesgo de convertirse en «un organismo administrado de manera centralizada por instituciones desprovistas de control democrático ». Se trata en su opinión de «un fenómeno peligroso que amenaza el futuro de nuestra unión» , aunque agrega que Polonia continuaría siendo un «miembro leal». El primer ministro polaco llama a los gobiernos europeos a estar «abiertos al diálogo» sobre la reforma del bloque comunitario: «Creo que juntos, con un espíritu de respeto y comprensión mutua, sin imponer la voluntad de uno a los otros, podemos encontrar una solución que fortalecerá nuestra Unión Europea».

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen , ha respondido a Morawiecki que tomará medidas para proteger los derechos fundamentales de los polacos tras la sentencia del Tribunal Constitucional que puso en duda la primacía del Derecho comunitario. «No podemos permitir, y no vamos a permitir, que nuestros valores comunes sean puestos en peligro . La Comisión va a actuar », ha afirmado Von der Leyen en su primera intervención en un debate sobre la situación en Polonia celebrado en el pleno del Parlamento europeo y al que también ha acudido Morawiecki.

En la exposición de los hechos, Morawiecki señala que los Estados miembros de la UE «han confiado una serie de competencias» a las instituciones europeas y «Polonia lo respeta y reconoce su primacía sobre las leyes nacionales, según las obligaciones en virtud del Tratado» de adhesión a la unión. Sin embargo, Morawiecki se refiere más tarde a ese «principio, que atañe a todos los actos jurídicos» como «no ilimitado» e insiste en que «en cada uno de nuestros países, la primacía la mantiene la Constitución» , intentando cuadrar un círculo jurídico que mantenga a Polonia en la UE pero libere a su gobierno de las directrices de Bruselas. «Dónde se encuentra el límite, solo puede ser evaluado por los tribunales, tanto el Tribunal de Justicia de la UE como nuestros tribunales constitucionales nacionales », pues «ellos son los guardianes de la Constitución», intenta desviar del asunto la cuestión política y dejarlo en manos de los tribunales. «La primacía de la legislación de la UE sobre la legislación nacional existe y es amplia, pero tiene sus límites», insiste Morawiecki.

El jefe del Gobierno polaco enfatiza por otra parte que Polonia «no está haciendo nada que no hayan hecho antes Alemania, Francia, Italia, España, Dinamarca , Rumanía o la República Checa», en alusión a contenciosos ocurridos en estos países entre la legislación nacional y la europea. Morawiecki asegura en su escrito que el Tribunal Constitucional polaco no declara al Tratado de adhesión a la UE «totalmente incompatible con la Constitución polaca y que se limita a señalar que una interpretación muy concreta de disposiciones del Tratado es incompatible con ella». A continuación es cuando el primer ministro afirma que la UE se ha transformado en «un organismo centralista que fuerza a sus provincias» a seguir sus dictados y que ha llegado a «usurpar poderes que no tiene» , algo que, según él «es un fenómeno muy peligroso».

Sanciones europeas

Morawiecki insiste en su escrito en que «la UE no debe ser un instrumento para cumplir los deseos de algunos Estados miembros a expensas de otros» por medio del « chantaje financiero, castigos y hambre » en esta carta enviada la víspera de acudir al pleno de la Eurocámara en Estrasburgo que revisará la crisis abierta entre la UE y Polonia tras una sentencia del Tribunal Constitucional polaco, que declaró inconstitucionales varios artículos de los tratados de la UE.

Este enfrentamiento con Bruselas está siendo impulsado por el gobernante partido de derecha y, en ocasiones populista, Ley y Justicia (PiS), que ha llevado a cabo reformas que, según las instituciones europeas, socavan la independencia judicial y podrían hacer retroceder las reformas democráticas, mientras que el Gobierno polaco insiste en que son necesarias para erradicar la corrupción en el poder judicial. Polonia está amenazada por sanciones europeas que incluyen la retirada de las ayudas del Fondo de Reconstrucción.

El expresidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha sido el último en pedir que no se le entreguen fondos a Varsovia como respuesta a la decisión del Tribunal Constitucional de Polonia. «La sanción financiera es más importante que la sanción sentimental y jurídica», ha declarado en una entrevista con el diario belga Le Soir. El Gobierno polaco aspira a recibir 36.000 millones de euros , tras ampliar el plazo de evaluación. «Considero ese fallo del Tribunal Constitucional polaco como un atentado sistémico contra la supremacía del Derecho Europeo y una aventura en la que se han medido mal las consecuencias», ha juzgado Juncker, quien pidió «calma» y fe en la respuesta que tome la Comisión Europea, que llega en palabras de la presidenta de la Comisión. Ursula von del Leyen considera que la sentencia del Tribunal Constitucional polaco supone un punto de inflexión que obtendrá una respuesta contundente. Ante el pleno del parlamento europeo, ha acusado a Morawiecki de «poner en cuestión los valores europeos».

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