Piden que Manuel Valls dimita como diputado francés si se presenta a la alcaldía de Barcelona
Candidato derrotado a la candidatura del PS a la presidencia de la República, el ex primer ministro decidió presentarse como candidato sin partido a las elecciones del mes de junio de 2017
Si se confirma definitivamente la candidatura de Manuel Valls a la alcaldía de Barcelona , el ex primer ministro francés es «invitado» de manera creciente a abandonar su cargo de diputado , que nunca ha llegado a ser su actividad preferida.
Candidato derrotado a la candidatura del PS a la presidencia de la República, Valls decidió presentarse como candidato sin partido a las elecciones del mes de junio de 2017 . El PS decidió no presentar candidato en su circunscripción, en Essonne, un departamento (el 91), al sur de París, como gesto de «buena voluntad» socialista.
Valls fue elegido por los pelos, y tuvo que afrontar una querella presentada por una rival que denunció un «fraude electoral». Confirmada finamente su elección, Valls comenzó por romper definitivamente con el PS , presentándose como un diputado «próximo» a Emmanuel Macron.
El diputado Valls ha destacado por su doble ausencia, en la Asamblea Nacional (donde se encuentra entre los diputados siempre ausentes del hemiciclo), y en su circunscripción, por donde hace meses que no pone los pies , nada interesado por cumplir las promesas electorales que permitieron su elección.
En nombre del grupo parlamentario socialista -que fue el grupo parlamentario de Valls, durante varios años-, la diputada Valérie Rabault ha pedido la dimisión de Valls, por estas razones: «No se puede ser diputado francés, y beneficiarse del cargo y el sueldo cuando se hace campaña electoral en otro país».
Valérie Rabault dice en voz alta lo que la prensa francesa comenta desde hace semanas: Valls debe elegir entre su trabajo y su sueldo como diputado francés y sus proyectos políticos en España .
La ruptura amorosa de Valls con su tercera compañera sentimental, para iniciar, aparentemente, una nueva vida amorosa, en Barcelona, tampoco ha contribuido a mejorar su imagen política en Francia . A la izquierda, Valls nunca tuvo ningún amigo. Dentro del PS, nunca llegó a hacer carrera. Emmanuel Macron no deseó incluirlo en su gobierno, como esperaba el ex primer ministro socialista. En el centro y la derecha, Valls siempre ha tenido simpatizantes, que hoy no saben que pensar de su deserción de la política francesa, rotas sus aspiraciones presidenciales, a la aparentemente espera de una nueva carrera municipal en su ciudad natal.
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