La pandemia está dando un vuelco a las presidenciales francesas
Macron ha pedido a su ministro del Interior que estudie con el presidente del Tribunal Constitucional (TC) qué alternativas o modalidades de voto pudieran decidirse ante las elecciones del 10 y el 24 de abril próximo
Emmanuel Macron, su Gobierno y el Tribunal Constitucional (TC), han comenzado a estudiar las modalidades y alternativas, del aplazamiento o voto «no presencial», de las elecciones presidenciales del próximo mes de abril, cuya campaña comienza a sufrir las consecuencias alarmantes de la pandemia sanitaria.
Durante el mes de marzo del 2020, la segunda vuelta de las elecciones municipales tuvo que aplazarse un trimestre , consecuencia del inicio de la pandemia.
Dieciocho meses más tarde, la propagación inquietante de las nuevas variantes del virus se han transformado en una pesadilla política, electoral e institucional.
En la cúspide del Estado, Macron ha pedido a su ministro del Interior, Gérald Darmanin (antiguo portavoz oficial de Nicolas Sarkozy), que estudie con el presidente del Tribunal Constitucional (TC), Laurent Fabius, antiguo ministro de François Mitterrand, que alternativas o modalidades de voto pudieran decidirse ante las presidenciales del 10 y el 24 de abril próximo.
«¿Qué hacer si el virus se propaga de manera alarmante los próximos meses, como ya ocurrió el 2020?». Ante esa pregunta, Macron, su gobierno y todos los partidos políticos, barajan varias alternativas.
Según los constitucionalistas, aplazar la elección presidencial sería difícil, complejo y casi imposible, en un plazo tan breve. Por el contrario, modificar ligeramente la fecha pudiera ser más fácil. Al mismo tiempo, presidente, gobierno y partidos evalúan los riesgos y oportunidades del cambio de las modalidades de voto, para evitar, diluir o completar el voto directo, presencial, en las urnas. El ministerio del Interior estudia posibilidades y alternativas: voto electrónico, voto por correspondencia.
A más corto plazo, la pandemia ha comenzado a perturbar profundamente la marcha de la campaña electoral.
Candidatos
Tras un principio catastrófico, con dos mitines de ultra izquierda y ultra derecha (Jean-Luc Mélenchon y Éric Zemour), que provocaron enfrentamientos graves y un rosario de denuncias de la comunidad sanitaria, los mitines están siendo eliminados provisionalmente . Las mascarillas obligatorias y el distanciamiento físico complican y dan una imagen desastrosa de los mitines, que están siendo sustituidos por emisiones de radio y tv.
La supresión provisional y voluntaria de los mitines políticos, a la espera de acontecimientos, es un riesgo o una oportunidad para los candidatos mayoritarios.
A la izquierda, la candidata socialista, Anne Hidalgo , y el candidato comunista, Fabien Roussel , podían esperar que el ambiente mitinesco relanzara su campañas. Esperanza perdida. En radio y tv, tendrá que soportar la competencia de otros cinco candidatos ultraminoritarios robándoles antena.
A la extrema izquierda, Mélenchon tenía grandes esperanzas en sus artes oratorias. Sin mitines, tiene cuatro rivales ultra izquierdistas. A la derecha ultra y extrema, Marine Le Pen y Éric Zemmour confiaban en el empuje de sus seguidores. En radio y tv también aparecen regularmente otros tres candidatos rivales y residuales. El candidato ecologista, Yannick Jadot, creía estar solo: ha descubierto un rival audiovisual, Antoine Waechter.
A la derecha, Valérie Pécresse se beneficia de la coyuntura: está sola en radio y tv; y tiene a su lado a toda la plana mayor de las familias conservadoras.
En el centro político e institucional, con guiños a la izquierda y la derecha, Emmanuel Macron puede ser el gran beneficiario: no podía hacer mitines; pero ocupará la escena audiovisual, a toda hora, como presidente en funciones de la Unión Europea (UE). Su ventaja: ocupar el terreno. Su riesgo: el hartazgo nacional ante su ocupación abusiva de radio y tv, a toda hora.
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