Oleada de arrestos en Egipto después de que aprobara la cesión de dos islas a Arabia Saudí
Tras la decisión parlamentaria, y entre multitud de convocatorias a manifestarse, cerca de 40 personas habrían sido detenidas desde el jueves
Entre 30 y 40 personas han sido arrestadas en las últimas horas por las fuerzas de seguridad egipcias tras el polémico voto del Parlamento a favor de la cesión de dos islas -largamente bajo administración egipcia- a Arabia Saudí. La mayoría de los detenidos, de los que se desconoce el número oficial, son abogados, periodistas o incluso miembros de partidos de la oposición.
El pasado miércoles, el Parlamento egipcio aprobó por abrumadora mayoría el acuerdo de cesión de dos pequeñas islas estratégicamente localizadas en el estrecho de Aqaba, en el Mar Rojo. En abril de 2016, el presidente egipcio Abdelfatah Al Sisi anunció «la devolución» de las islas Tirán y Sanafir a Arabia Saudí , argumentando que «habían sido siempre saudíes», y cedidas de manera temporal a Egipto hacia 1950. Este intercambio territorial generó un enorme rechazo entre los egipcios, profundamente nacionalistas, y sacó a la calle a miles de manifestantes en las mayores protestas de los últimos dos años. Según una reciente encuesta organizada por el ente semi-público Basera, el 47% de los egipcios considera que las islas pertenecen al país , frente al 11 % que acepta que son saudíes. «Son egipcias. Al Sisi está vendiendo nuestra tierra y es un traidor, con ayuda del Parlamento», dice a este diario Mohamed, un hombre de unos cuarenta años tras conocerse el veredicto del Parlamento.
Tras la decisión parlamentaria, y entre multitud de convocatorias a manifestarse contra la cesión de las islas, cerca de 40 personas habrían sido detenidas desde el jueves, según asevera a este periódico el abogado Gamal Eid, quien puntualiza que los arrestados son en su mayoría miembros o afiliados de partidos seculares de la oposición . «El Gobierno ha decidido oprimir a la oposición con la intención de asustar y confundir a cualquiera que pretenda protestar», añade. Grupos como Freedom of the Brave cifran los detenidos en al menos 60 en varias provincias egipcias.
El martes, una comisión parlamentaria especial de Defensa y Seguridad Interior preaprobó el acuerdo antes del voto definitivo de la Cámara al completo. Esa noche, decenas de personas se manifestaron frente al Colegio de Periodistas en protesta, rodeados de un intenso cordón de seguridad y al menos cuatro camiones de transporte de prisioneros preparados, según pudo constatar este periódico. Cerca de una veintena de personas fueron detenidas. La fiscalía de Qasr al-Nil, en el centro de El Cairo, ha ordenado el procesamiento de al menos 8 de ellos por delitos como desorden público.
En un Parlamento de mayoría pro-Sisi, algunos diputados han criticado la aprobación del acuerdo de cesión, que pasa por encima de la decisión del tribunal de más alta instancia, el Tribunal Constitucional, que tras un largo proceso que se prolongó meses, declaraba nulo el pasado diciembre . Según la Constitución egipcia, cualquier cambio territorial debe estar sujeta a la celebración de un referéndum. Según la Presidencia, no se trataría de un cambio en las fronteras egipcias, ya que estas islas nunca le habrían pertenecido en primer lugar. Algunos parlamentarios, como el portavoz del partido Al Wafd, ha renunciado a su escaño en protesta. «La sesión general fue organizada de tal manera que no permitió a los oponentes expresar su opinión o presentar su punto de vista de forma justa», ha declarado el político al diario Al Masry Al Youm.
«Con la transferencia de las islas, la legitimidad de Al Sisi como gobernante ha sido diezmada, y gobernar ahora no será fácil. Adiós al mito de que Sisi provee estabilidad (en Egipto)», opina Wael Eskandar, activista y columnista en el país.
Decenas de grupos políticos -incluidos los Hermanos Musulmanes- o de sociedad civil han multiplicado sus llamamientos a la población para que proteste este viernes en sitios tan icónicos como la Plaza Tahrir, escenario de la Revolución de 2011 . Pese a que las protestas de abril 2016 lograron atraer a varios cientos, la represión policial generalizada y la crisis económica que sufren los egipcios puede debilitar la convocatoria.
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