Una niña de siete años, tiroteada mientras pedía caramelos por Halloween en Chicago
Unos hombres armados perseguían a otro por la calle y dos balas impactaron en la pequeña
Una niña de siete años disfrazada de abejorro que cumplía en Chicago con el ritual de preguntar «truco o trato» a cambio de dulces, típico de la fiesta de Halloween , se encuentra gravemente herida a consecuencia de un tiroteo en el West Side de Chicago.
El suceso comenzó cuando un grupo de hombres emperzaron a perseguir a otro de 31 años y abrieron fuego, según el sargento Rocco Alioto, encargado de prensa en la Policía. Ese hombre, herido en una mano, fue trasladado al hospital local, donde se encuentra estable.
Sin embargo, dos de las balas impactaron en la niña de siete años, que estaba recogiendo caramelos con su familia. El portavoz del Departamentod de Bomberos, Larry Langford, asegura que la pequeña recibió los disparos en el cuello y fue trasladada por los servicios de emergencia la hospital. Su estado es crítico.
El tiroteo se recogió en un vídeo en el que se aprecia a personas que se encontraban en la calle para preguntar «truco o trato» y que corrían despavoridas para escapar de los disparos.
A night of trick-or-treating ended with a 7-year-old girl critically injured after she was shot Thursday night in Chicago https://t.co/hYqjQK5X9s
— CNN International (@cnni) November 1, 2019
«Esto es inaceptable», aseguró Alioto. «Es una niña de siete años con su familia con el "truco o trato", y de pronto es disparada». La Policía afirma que la menor no tiene relación alguna con el hombre de 31 años al que se perseguía, informa la emisora de televisión CBS Chicago.
«Oímos los disparos..., cuatro disparos, y salí», aseguró al periódico «Chicago Tribune» Lali Lara, que trabaja en una tienda de teléfonos móviles cercana. «El padre de la niña estaba gritando "Han disparado a mi niñita"».
Según este diario, la Policía afirma que la niña estaba disfrazada de abejorro. Lara indicó al periódico que ella sostuvo la mano de la niña y presionó su pecho para que dejara de sangrar». «Ella me miraba, y yo decía su nombre», explicó la testigo. «Yo tengo hijos, me volvería local si algo les pasa a mis niños», comentó.
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