Naftali Bennett, de consejero de Netanyahu a rival acérrimo
Lidera la formación 'Yamina', que aboga tanto por el ultraliberalismo económico, como por la línea dura ante Irán y por la anexión de casi dos tercios de la Cisjordania ocupada
Naftali Bennett puede convertirse en los próximos días en el nuevo primer ministro de Israel . Para ello será necesario que el Parlamento ratifique el acuerdo alcanzado in extremis por los ocho partidos que se han unido para acabar con la era de Benjamín Netanyahu . El voto de confianza podría retrasarse hasta el día 14 y hasta entonces Netanyahu hará todo lo posible para que la frágil coalición fracase en su intento y haya diputados que rompan la disciplina de partido y voten en contra.
La amenaza de Bennett está en su propio partido, la pequeña fuerza ultraderechista Yamina (que en hebreo significa ‘a la derecha’) que tiene solo siete de los 120 asientos de la cámara , donde tanto diputados como votantes han mostrado su reparo ante un acuerdo que incluye a un partido islamista y que es considerado una «traición». Las fuerzas de seguridad han tenido que reforzar la protección de quien puede ser el sustituto de Netanyahu ante el nivel de las amenazas recibidas. Su casa en Ra’anana, al norte de Tel Aviv , donde vive con su mujer y cuatro hijos, está ahora blindada y es escenario de protestas diarias.
Hijo de emigrantes llegados desde San Francisco, Bennett nació en Haifa hace 49 años y es un religioso ortodoxo , que puede ser el primer jefe de gobierno en la historia que luzca kipá y que creció en el seno de una familia secular.
En 2012, Bennet creó el partido sionista religioso Hogar Judío
Tras pasar temporadas en Estados Unidos y Canadá , se graduó en la Universidad Hebrea de Jerusalén y es un empresario de éxito en el mundo tecnológico de las 'start-up', donde fundó la empresa de ciberseguridad Cyota , que vendió en 2005 por 123 millones de euros. Exoficial en la unidad Maglan de las fuerzas especiales del ejército, una de las unidades de élite, dio el salto a la política en 2006 en las filas del Likud , entonces en la oposición .
Netanyahu le acogió en su partido y le hizo su Jefe de Personal, pero no tardó en iniciar sus propios proyectos en solitario y en 2012 creó el partido sionista religioso Hogar Judío , con quien obtuvo 12 escaños en las elecciones del siguiente año.
Desde entonces se convirtió en aliado fiel del Likud y Netanyahu le premió con los ministerios de Diáspora, Servicios Religiosos, Educación y Defensa. El problema entre ellos no es ideológico , es más de gestión y personal, lo mismo que le ha pasado a Netanyahu con otros exprotegidos como Avigdor Lieberman o Gideon Saar, que también se han embarcado en el gobierno del cambio.
No al Estado palestino
Con el posible ascenso de Bennett a la jefatura de gobierno, en un acuerdo rotatorio con Yair Lapid por el que ocuparía el asiento los dos primeros años, los colonos dan un paso más en el proyecto político y están a punto de situar al que fuera líder de su consejo al frente de Israel. Bennett lideró el Consejo Yesha , organismo que une a las colonias de Cisjordania, pero nunca ha sido un colono y ha mantenido su residencia en Ra’anana.
Uno de los puntos clave en su programa electoral es la necesidad de pasar de la ocupación a la anexión de la zona C de Cisjordania (tras los acuerdos de Oslo Cisjordania quedó dividida en tres partes, sobre el papel el área A, bajo control civil y militar de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), área B bajo control civil de la ANP y control militar conjunto con Israel y la C, bajo control militar exclusivo y control civil casi total de Israel).
También se opone de manera abierta a la creación de un Estado palestino por lo que no comulga con la solución de los dos estados que defiende la comunidad internacional, con el gobierno de Joe Biden a la cabeza. Cuando en 2013 declaró «he matado a muchos árabes en mi vida y no hay ningún problema», sus palabras ocuparon todos los titulares de prensa, algo que aprovechó para marcar diferencias con Netanyahu porque aseguró estar «más a la derecha» que el primer ministro.
«Todos vamos a tener que ceder»
«Debemos seguir trabajando en esta dirección para anexionar esta zona C y darle identidad israelí, lo mismo que hicimos con el Golán y con Jerusalén Este , áreas que con el paso de los años el mundo ya ha comprendido que son nuestras», es una de las máximas que repite el dirigente ultranacionalista en cada campaña.
Si se consuma este gobierno del cambio tendrá la oportunidad de liderar este proyecto que no pudo realizar ni el mismísimo Netanyahu, aunque vista la coalición que tiene a su lado se muestra pragmático y ya ha adelantado que « todos vamos a tener que ceder y no podremos cumplir nuestros programas»
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