El ministro de Sanidad de Alemania retoma la carrera para suceder a Merkel
Motivado por los altos niveles de popularidad que ha obtenido gracias a su gestión de la pandemia, Spahn ha iniciado los contactos para tantear sus posibilidades y encontrar apoyos
Hace más de un año que Jens Spahn , que contaba con el apoyo de las juventudes de la CDU, accedió a bajarse del autobús de la sucesión de Merkel, a pesar de que las encuestas internas del partido apuntaban a que contaba con muchas posibilidades. A cargo del Ministerio de Sanidad, en el Gobierno de gran coalición de Merkel, renunció a la batalla por la dirección del partido a favor de su socio político, Armin Laschet , que le convenció alegando que, dada su juventud, tendría mejores oportunidades más adelante.
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Spahn demostró ser hombre de partido y se concentró en sus tareas de Gobierno, que inmediatamente lanzaron su figura al estrellato por la satisfactoria gestión de la pandemia. Según el instituto de investigación de la opinión pública Kantar, Spahn acaba de sobrepasar la popularidad de Angela Merkel, que hasta 2019 mantuvo el primer puesto en las preferencias de los alemanes, con el 52% de los apoyos. Después de Merkel, que seguiría en segundo lugar pero definitivamente fuera de las elecciones de septiembre, y a continuación el presidente de Bavira, el conservador Markus Söder, con el 50%, y el ministro de Finanzas Olaf Schoz, socialdemócrata, con el 47%.
Contactos
A la vista de estos porcentajes, Spahn ha dedicado la escasa pausa navideña para hablar por teléfono con personalidades de la CDU y plantear su posible retorno a la candidatura . No desea competir en el congreso virtual que tendrá lugar este mismo mes y en el que se dirimirá la presidencia del partido, pero, aprovechando que cada día están las bases más abiertas a separar la figura de presidente de la CDU y candidato a la Cancillería de Berlín, propone presentarse en marzo como candidato electoral. Y la propuesta ha sido bien acogida.
La primera llamada telefónica de Spahn ha timbrado en el teléfono de su pareja política y antiguo mentor, Armil Laschet , a quien demostró obediencia y lealtad con su anterior renuncia, pero al que habría expuesto ahora la crudeza de las encuestas. Laschet no ha querido escucharle , según varios colaboradores del ministro de Sanidad al tanto de estas conversaciones. Pero Spahn ha seguido marcando números y el resto de las respuestas han sido más favorables. Media docena de diputados del grupo parlamentario y funcionarios estatales confirman haber recibido una llamada para conocer su actitud hacia una posible candidatura de Spahn a la Cancillería y valorar su opinión sobre la condición de político más popular de Alemania.
No solo los más jóvenes parlamentarios, sino también el vicepresidente del partido, Volker Bouffier , estarían a favor de la idea de una posible inversión de roles con Laschet, dejando el control del partido en manos de un político con menos gancho electoral y lanzando a Spahn a la Cancillería. El propio Spahn se mostró abierto a esa idea durante una reunión interna de un grupo de diputados poco antes de Navidad. A petición de un simpatizante, según los asistentes a la reunión, avanzó incluso que hablaría con Laschet durante la Navidad.
La oficina de prensa de Spahn se limita a comentar al respecto que: «El ministro está en contacto constante con los miembros del partido. Por supuesto, también habla con ellos sobre el estado de ánimo antes del congreso del partido, el apoyo al equipo de Armin Laschet y la mejor alineación para la CDU y la CSU para el año electoral».
Insatisfacción con otros candidatos
Además de Laschet, el exlíder del grupo parlamentario de la CDU, se postulan para liderar el partido Friedrich Merz , y el exministro de Medio Ambiente, Norbert Röttgen , en un congreso que se realizará de forma completamente digital el 16 de enero.
El trasfondo de la maniobra a favor de Spahn es la creciente insatisfacción en la CDU con estos aspirantes. Tanto en el grupo parlamentario como en varias formaciones regionales, muchos cristianodemócratas temen que ninguno de las tres pueda dar un impulso real a la CDU en el año electoral. «Tenemos tres personalidades respetables y experimentadas como candidatos, pero ninguna de ellas representa realmente un nuevo comienzo y una renovación», ha declarado el diputado de Mannheim Nikolas Löbel, que sugiere que, después de muchos meses de luchas internas por la sucesión de Merkel, Sphan podría «ser una señal de unidad, si los tres candidatos admitiesen el valor de su popularidad y apoyasen conjuntamente a un candidato al consenso».
Mientras Spahn no entre oficialmente en la carrera, el candidato a presidir la CDU con más posibilidades es Friedrich Merz , por ser el más carismático y con más futuro electoral de los candidatos. Pero la cosa cambia si la figura de Spahn aparece en el horizonte. Entonces muchos militantes preferirían un partido dirigido por Laschet y Spahn como candidato electoral.
«Ahora necesitamos una fuerte cohesión para que la CDU continúe desempeñando un papel importante en nuestra sociedad», dice la directora de la Unión de Mujeres, Annette Widmann-Mauz, «las mujeres de la CDU tenemos una clara preferencia por Armin Laschet y Norbert Röttgen para la presidencia del partido, por su experiencia política, su estilo político moderno y progresista. Pero el sondeo Kantar desvela que entre las mujeres de la CDU, si se valora a Spahn como posible candidato a canciller, la preferencia por él alcanza el 66%, muy por delante de cualquier otro. Si Spahn se presenta o no a las elecciones, no se decidirá hasta marzo, pero la mera posibilidad de que lo haga infiere cambios en el resultado del congreso del 16 de enero.