Merkel declara la memoria de Auschwitz como «indisociable de la identidad nacional alemana»

La canciller alemana ha estado acompañada por el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, y por un superviviente de Auschwitz, Stanislaw Bartnikowski

EFE

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Un pesado silencio cubre la visita que desde primera hora realiza Angela Merkel al antiguo campo de exterminio nazi de Auschwitz , que solo ha sido roto en el encuentro de la canciller alemana con supervivientes del nazismo y en el discurso que ha pronunciado en recuerdo de las víctimas. Tras asistir a un servicio religioso ecuménico y cruzar la infausta inscripción que recibía a los prisioneros en la puerta de Auschwitz, «el trabajo os hará libres», Merkel ha entonado el mea culpa en nombre de todos los alemanes. «Es importante nombrar claramente a los responsables, nosotros, los alemanes… y esa es una responsabilidad que no termina, que no es negociable y que es indisociable de nuestra identidad nacional», ha afirmado. Sin citar a la formación política de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), que reivindica el final de la cultura de la culpa y que coquetea con versiones que minimizan el Holocausto, Merkel ha defendido la cultura del recuerdo y la memoria de las víctimas y ha insistido en que “a esta responsabilidad pertenece la memoria, no podemos olvidar nunca, un final no puede haberlo, y tampoco ningún relativismo”.

Se ha referido además al antisemitismo que vuelve a pisar las calles alemanas y europeas y se ha comprometido con la protección de los derechos de los judíos que viven en Alemania y con su seguridad, agradeciendo a los representantes de las comunidades judías europeas y a los supervivientes de Auschwitz presentes en el acto «lo mucho que nos permiten aprender de ustedes».

La canciller alemana pronunciaba estas palabras después de haber depositado flores y guardado un minuto de silencio por las víctimas ante el muro en el que fueron fusilados miles de prisioneros. «Nunca sabremos cuál fue la crifra total de víctimas», ha reconocido, mencionando el aceptado 1,1 millón de personas y reiterando, como ha hecho en otras ocasiones, la «vergüenza» que empañará para siempre la historia de Alemania. Merkel se ha referido a Auschwitz y lo que representa como a la «quiebra de la civilización».

Su visita, la primera de un canciller alemán desde 1995, coincide con el auge del antisemitismo y la extrema derecha en Alemania y con la desaparición de los últimos testigos de los horrores de Auschwitz, lo cual complica la transmisión de la memoria. La canciller está acompañada por el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki , por un superviviente de Auschwitz, Stanislaw Bartnikowski , de 87 años, que le ha servido de guía en la visita al campo y le ha ido relatando sus recuerdos personales en cada uno de los escenarios por los que pasaban, y por representantes de la comunidad judía. Bajo el brazo, Merkel llegaba con la concesión de 60 millones de euros a la Fundación Auschwitz-Birkenau para el mantenimiento del lugar donde fueron asesinados más de 1,1 millones de personas entre 1940 y 1945. La visita de la canciller, que nació nueve años después de la Segunda Guerra Mundial, tiene lugar poco antes de la conmemoración del 75º aniversario de la liberación de Auschwitz por el Ejército Rojo ruso , el 27 de enero de 1945, al que está invitado el rey Felipe VI.Esta tarde, la canciller visitará Birkenau , a tres kilómetros del campo principal, en particular la rampa donde eran «seleccionados» los deportados cuando descendían de los trenes de transporte de animales: los más jóvenes, los más ancianos y los más frágiles eran enviados directamente a la muerte. Allí reiterará que la «lucha contra el antisemitismo y contra toda forma de odio» es una de las prioridades de su gobierno e insistirá en la «determinación» de las autoridades para que la comunidad judía, en pleno crecimiento, se desarrolle plenamente en Alemania, después de que en octubre pasado un atentado fallido contra una sinagoga de Halle conmocionase al país. El autor, que mató a dos personas, es un joven seguidor de las tesis negacionistas del Holocausto.

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