Canadá
Al menos 19 muertos, incluido un policía, y un tirador abatido tras un tiroteo en Nueva Escocia
El sospechoso es Gabriel Wortman, de 51 años, que fue perseguido en la mañana del domingo por los agentes hasta que fue alcanzado en una gasolinera sobre las 11.40 horas
Al menos 19 personas han muerto este fin de semana en la provincia canadiense de Nueva Escocia, en una matanza perpetrada por un hombre que se disfrazó de policía y acabó con la vida de 18 personas. El sospechoso se llama Gabriel Wortman , tenía 51 años, y murió, tras una persecución de doce horas, en un encuentro con las fuerzas de seguridad canadienses.
Se trata de la peor tragedia con armas de fuego de la historia de Canadá, por encima de la matanza en la Escuela Politécnica de Montreal de diciembre de 1989, cuando un hombre mató a 14 mujeres antes de quitarse la vida.
Las primeras señales del episodio ocurrieron a las 11.30 de la noche del sábado -madrugada del domingo en España-, cuando los servicios de emergencia recibieron llamadas de alerta de vecinos de Portapique, un pueblo costero una hora y media al Norte de Halifax, la capital de Nueva Escocia. Habían escuchado tiros provenientes de una de las propiedades de la localidad. «Cuando la policía llegó al lugar, los agentes encontraron varias víctimas dentro y fuera de la casa», explicó Chris Leather, de la Real Policía Montada de Canadá (RCMP, en sus siglas en inglés). «Pero no encontraron el sospechoso».
Entre los fallecidos hay al menos un miembro de la policía montada, la agente Heide Stevenson. No está claro el motivo de Wortman para su acción, pero hay varios puntos de relación con el cuerpo policial canadiense. Además del fallecimiento de Stevenson, Wortman iba disfrazado con el célebre uniforme de la policía montada y utilizó en su huido un coche convencional que había transformado para que pareciera de la policía.
«El hecho de que esta persona tuviera un uniforme y ese coche sin duda explica que no fue un acto casual», explicó Leather sobre la matanza, sin dar más informaciones sobre los motivos.
La huida de doce horas acabó al mediodía del domingo en el aparcamiento de camiones de una gasolinera Enfield, a cien kilómetros de la primera escena del crimen. Varias patrullas de la policía dieron caza al sospechoso, que había cambiado de coche y que murió en el encuentro. Tras de sí había dejado varias escenas más de crimen, con casas incendiadas y la población de la región conmocionada por el suceso.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau , lamentó en un comunicado lo ocurrido. «Me entristecen las noticias de este acto de violencia sin sentido en Nueva Escocia que le ha costado la vida a varias personas, incluida una agente de la Policía Montada de Canadá», subrayaba Trudeau en su mensaje.
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