Mattarella, pilar del Gobierno Draghi

Sergio Mattarella (Palermo, 1941) había reiterado una veintena de veces en los últimos meses su negativa a la reelección. Pero el sábado no pudo negarse ante la petición del primer ministro, Mario Draghi. Hace un año, Mattarella había pedido al presidente del Banco Central Europeo que se hiciera cargo del Gobierno, ante la incapacidad de los partidos para formar un Ejecutivo con suficiente mayoría parlamentaria. «Ahora te toca a ti», fue en síntesis la petición que hizo Draghi a Mattarella en su encuentro matutino del pasado sábado, del que surgió la solución para la elección presidencial. Sergio Mattarella no pudo negarse. «Si sirve, aquí estoy. Lo hago por responsabilidad y por el país», dijo a los jefes de los grupos parlamentarios que fueron al Quirinal para pedirle su disponibilidad a la reelección.

La reacción de Sergio Mattarella al clamor que nació en todo el país para su continuidad como Jefe del Estado se corresponde con lo que siempre ha sido su carrera política, iniciada hace casi 40 años en la democracia cristiana: un hombre de las instituciones, un jurista y político muy serio y riguroso, un firme garante de la Constitución y de la unidad nacional, amado en Italia y muy respetado en el exterior. En una documentada biografía escrita por Angelo Gallippi presentada en estos días, se afirma que detrás de la aparente timidez se esconde un hombre con un comportamiento muy determinado y resolutivo: «Es un europeísta convencido, pero si es necesario también crítico, que pidió varias veces un cambio solidario en Bruselas y se logró durante la pandemia. Tiene una amplia red de relaciones, incluso personales, con los gobernantes europeos, contactos que puso a disposición de los gobiernos que se han sucedido, sin atribuirse nunca méritos».

Viudo desde el 2012, con tres hijos y varios nietos, la carrera política de Sergio Mattarella se inició con una tragedia familiar , cuando era profesor de Derecho Público en Palermo: en 1980 fue asesinado por la mafia su hermano Piersanti, presidente de la región de Sicilia. Mattarella entró en el Parlamento por primera vez en 1983 y permaneció hasta el 2008. Fue cinco veces ministro de diversas carteras, entre ellas Educación y Defensa, y en el 2011 fue elegido por el parlamento magistrado del Tribunal Constitucional, cargó que ocupó hasta su elección como presidente de la República, cuyo primer mandato inició el 3 de febrero de 2015.

Hoy no solo Italia agradece a Mattarella su sacrificio de continuar en el Quirinal para otro mandato de siete años , sino también los países europeos y los mercados financieros han reaccionado con alivio. Italia podrá mantener la estabilidad y credibilidad que ganó en el 2021 con el Gobierno Draghi. Al mismo tiempo, evita el caos y la confusión al menos durante los próximos 12 meses -las elecciones están previstas para la primavera del 2023 -. Mario Draghi en el Palacio Chigi con el apoyo de Sergio Mattarella en el Quirinal estará en condiciones de consolidar las reformas iniciadas hace un año. El 2022 será un año decisivo para Italia: Debe ganarse la segunda entrega de 40.000 millones de euros de los fondos europeos, con 66 reformas dentro del mes de junio. En total, Italia recibirá unos 200.000 millones de euros en préstamos y ayudas a fondo perdido, lo que supone una oportunidad única en una generación para impulsar el crecimiento estancado durante dos décadas mientras crecía su deuda pública que hoy se aproxima al 160 % del PIB.

Con la reelección de Matarella, aparentemente nada ha cambiado. Pero no es así, porque en los últimos días se ha vivido una lucha feroz dentro de los partidos y en las coaliciones de derecha y de izquierda, que tendrá consecuencias en los liderazgos de las fuerzas políticas. Con la pareja Draghi-Mattarellase refuerza el gobierno y muchas cosas deberán cambiar en la política italiana. El camino lo marcará el presidente de la República en el discurso que dirigirá al Parlamento en sesión conjunta del Senado y de la cámara de diputados, el próximo jueves, día del juramento.