Manuel Valls anuncia su candidatura a las presidenciales de Francia en 2017

El mandatario socialista ha dimitido este lunes de su cargo de primer ministro en el Gobierno de François Hollande

Se presentará a las primarias de la izquierda para tratar de llegar al Elíseo

JUAN PEDRO QUIÑONERO

Tras presentar su dimisión como primer ministro de François Hollande , que deberá realizar una «remodelación» técnica de su gobierno antes del próximo consejo de ministros, el miércoles día 7, Manuel Valls ha anunciado este lunes su candidatura a la elección del candidato socialista a la elección presidencial, en unas elecciones primarias convocadas para el 22 y 29 de enero próximos.

Valls dio a su candidatura una cierta solemnidad, dirigiéndose a toda Francia desde la alcaldía de Évry (Essonne, en la periferia sur de París), su primer bastión electoral, como alcalde, entre 2001 y 2012.

Acompañado de su madre, segunda esposa y los hijos de su primer matrimonio, Valls, presentó su candidatura a la candidatura socialista en unos términos de grandilocuencia que rozaban en cada frase el mesianismo del presunto « héroe carismático ».

Valls presentó su candidatura a la candidatura socialista en los términos de un hombre providencial cuyo destino personal esta llamado a salvar a las izquierdas, salvar el socialismo y salvar a Francia, al frente de una socialdemocracia por unir. Valls -nacido en Barcelona, hijo de un gran pintor catalán- se considera el elegido para dar a su patria de adopción un nuevo destino y grandeza en el nuevo y turbulento orden internacional.

Antes de poder acometer tan mesiánica ambición, Valls deberá recorrer un pedregoso vía crucis.

Un «socialista de derechas»

Valls ya fue candidato a la candidatura socialista a la elección presidencial en la primaria socialista el otoño de 2011: solo consiguió entonces el 5,6 % de los votos . Han pasado cinco años. Valls comenzó subiendo mucho en los sondeos de opinión, hasta convertirse, durante algún tiempo, en el político más popular de Francia , muy estimado por las clases medias y la opinión pública conservadora. Dos años como ministro del Interior (2012 - 2014) y cuatro años como primer ministro de Hollande, desde 2014 hasta hoy, terminaron por hundirlo relativamente en los sondeos. Y, sobre todo, lo han convertido en el « corresponsable » del fracaso del mandato presidencial de Hollande.

Para ganar su primera batalla, las primarias socialistas del 22 y 29 de enero próximos, Valls tendrá que «reconstruir» su imagen de «socialista de derechas» para presentarse como el mejor candidato de los distintos socialismos enfrentados, para poder aspirar, más tarde, a conquistar una imagen de «federador de todas las izquierdas».

Valls tiene cincuenta días cortos para convencer y ganar el apoyo de familias socialistas insensibles y hostiles, hasta ahora, a sus proyectos e imagen personal de «social liberal», «socialdemócrata» o «socialista de derechas», que sus adversarios socialistas le lanzan a la cara con ánimo asesino.

Montebourg y Hamon

A la espera de posibles nuevas candidaturas al liderazgo socialista, Valls tiene dos rivales muy correosos: Arnaud Montebourg, ex ministro de Economía, y Benoît-Hamon, ex ministro de Educación.

Montebourg es un socialista nacionalista de estricta obediencia: insensible a la disciplina de la zona euro, partidario del proteccionismo nacional, defensor a ultranza del «producir y consumir francés». Se hizo célebre fotografiándose con camisetas tricolores (azul, blanco y rojo, los colores de la bandera nacional). Tiene un verbo asesino y aspiraciones de gran tribuno bonapartista.

Benoît-Hamon es un enemigo mucho menos temible. Pero defiende una línea agresivamente anti Valls: «Cualquier cosa, menos el primer ministro que ha puesto en práctica la política neoliberal de Hollande ». Hay una parte significativa de diputados socialistas sensibles a la «guerra de guerrillas» contra Valls, que cuenta con el apoyo de varios «elefantes» del PS (socialistas históricos, más o menos camaleónicos), como Jean-Yves Le Drian, ministro de la Defensa, y Michel Sapin, ministro de Economía.

Ante el vía crucis que comienza con el anuncio de su candidatura a las primarias socialistas, Valls cuenta con el favor positivo del «voto legitimista»: presentarse como el «mejor» candidato de la izquierda. Con un riesgo muy grave: ser percibido como el «heredero» de un presidente hundido y fracasado .

No es evidente que Valls tenga ganada esa primera batalla. Tiene muchos y peligrosos enemigos dentro del PS. Si ganase esa primera batalla, comenzaría la larga marcha maratón hacia la primera vuelta de las próximas presidenciales, con unos obstáculos que se llaman: Emmanuel Macron, Jean-Luc Mélenchon, Marine Le Pen y François Fillon.

Macron, un «socialista» atípico

Macron es el primero y más íntimo enemigo de Valls desde que Hollande decidió nombrar al primero ministro de Economía del gobierno dirigido por el segundo, el 2014. Desde hace dos años, Macron y Valls han defendido la misma línea política: un «socialismo reformista», un «social reformismo» emparentado con la socialdemocracia, muy alejados, ambos, de las distintas ortodoxia de las distintas izquierdas socialistas, comunistas u otras.

Conscientes que ambos se dirigen al mismo electorado nacional, Macron prefirió dimitir para anunciar su candidatura a la presidencia, por libre, el mes de septiembre pasado. Al frente de un minúsculo micro partido apenas testimonial, Macron aspira a convertirse en “alternativa” a “todas las derechas”, con un programa de centro izquierda. Puede “robar” muchos votos.

A la izquierda tradicional, Jean-Luc Mélenchon, es el candidato oficial del PCF y el Frente de Izquierdas (FdL), con un programa de izquierda tradicionalista, hostil a la zona euro, agresivamente hostil contra Hollande y Valls. Aspira a «desbordar» al PS por su izquierda. Antiguo senador y ministro socialista de François Mitterrand y Lionel Jospin, Mélenchon es el tribuno más brillante y truculento de las izquierdas francesas. Un rival temible en cualquier estudio de radio y tv. Aspira a tener más votos que cualquier candidato socialista en la primera vuelta de las próximas presidenciales.

Marine Le Pen y François Fillon, inalcanzables

Si Valls consiguiese salvar los obstáculos de su propio partido, Macron y Mélenchon, tendría que enfrentarse a rivales de otra envergadura: Marine Le Pen (candidata del Frente Nacional, FN, extrema derecha) y François Fillon (candidato de Los Republicanos, LR, derecha).

Marine Le Pen es la gran favorita de la primera vuelta de las presidenciales, a finales de abril, desde hace más de un año. Cuenta con una base electoral muy sólida. La extrema derecha fue el partido más votado en las europeas del 2014 y las regionales de 2015. Del 30 al 35 % de los obreros franceses votan a su partido desde hace más de una década.

Tras eliminar a Nicolas Sarkozy y Alain Juppé en las recientes elecciones primarias de la derecha y el centro, François Fillon se ha instalado automáticamente en el podio del candidato favorito en todos los sondeos, como posible presidente de Francia.

Al día de hoy, todos los sondeos son unánimes: la pareja Fillon - Le Pen «barrerá» a cualquier candidato socialista en la primera vuelta de la próxima elección presidencial, Valls incluido. ¿Pueden cambiar radicalmente las previsibles e intenciones de voto? Valls tiene una palmaria ambición mesiánica.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación