Macron, en las antípodas de Sánchez
El primer ministro francés, Édouard Philippe, presentó esta domingo la «nueva fase» del confinamiento que comenzará el 11 de mayo
En los antípodas de Pedro Sánchez, Emmanuel Macron prepara la «nueva fase» del confinamiento, a partir del 11 de mayo, con un debate parlamentario, previo o simultáneo, anunciando un plan nacional en el que trabaja su gobierno tras la consulta de toda la clase política nacional.
Édouard Philippe , primer ministro, presentó la «nueva fase» la tarde del domingo, durante una intervención audiovisual, seguida de rueda de prensa, haciendo un resumen muy minucioso de lo hecho y lo proyectado, en todos los terrenos sanitario, económico, social y político.
De entrada, una advertencia del primer ministro y jefe de Gobierno francés: «Debemos aprender a vivir con el virus. Aprender a vivir de otra manera, respetando normas sanitarias básicas». Ese aprendizaje deberá prolongarse durante semanas y meses. «Es poco aconsejable hacer reservas para viajes al extranjero», subrayó Philippe.
Hecha tal advertencia, Philippe recuerda que Francia no gobierna «en secreto», considera esencial el respeto de las libertades básicas y la vida democrática: «A primeros de mayo, antes del 11 de mayo, o inmediatamente después, se celebrará un debate parlamentario , en la Asamblea Nacional. Los franceses tienen derecho a saber y discutir libremente. Debe preservarse la vida democrática».
Sentados los principios básicos de trabajo gubernamental, Philippe avanzó y matizó las condiciones de la «nueva fase» del confinamiento. El gobierno comenzará por nombrar a un gestor del proceso global del fin escalonado del confinamiento : Jean Castex, antiguo funcionario muy curtido en la vida política local, estará al frente de un equipo de expertos y técnicos, colaborando con los distintos ministerios y la presidencia de la República.
Visitas a las residencias
A partir de este lunes, 20 de abril, volverán a ser posibles las visitas a los Ehpad (Etablissement d'Hébergement pour Personnes Agées Dépendantes, residencias de ancianos dependientes). Esas visitas estarán sometidas a un control sanitario particular.
Tras el día 11, la fecha de entrada de la «nueva fase» del confinamiento, abrirán las escuelas y guarderías . Sin embargo, esa apertura se hará de manera escalonada, «aleatoria», según los distintos territorios, departamentos y regiones nacionales. Quizá se alternen los días de escuela, para reducir las clases a la mitad de los alumnos. Institutos y universidades abrirán más adelante.
Los transportes públicos (metro y autobuses, en París) han seguido funcionando «al ralentí» durante la primera fase del confinamiento. A partir del día 11 habrá más metros y autobuses, pero será «muy probable» el uso de mascarillas de protección. En su día se harán públicas las normas estrictas.
El Gobierno francés espera contar con una producción nacional de 17 millones de mascarillas destinadas al gran público, por semana. Se cuenta, siempre, con nuevas importaciones y productos médicos de uso sanitario, fabricados en China y la India.
El comercio de proximidad (panaderías, tiendas de comestibles y vinos) ha funcionado con horarios muy estrictos durante la primera fase del confinamiento. A partir del día 11 está prevista la apertura de nuevos comercios , donde la «distanciación» será siempre de rigor. Se sigue estudiando la posible apertura de restaurantes «más adelante» . Un colectivo de grandes cocineros publica un artículo este lunes en el diario «Le Figaro» pidiendo a Macron la reapertura de los restaurantes. Se trata de un sector en estado «crítico».
500.000 test semanales
El Gobierno francés espera poder realizar 500.000 tests médicos, semanales, a partir del 11 de mayo. En la actualidad apenas se realizan unos 25.000.
En el terreno del control policial de la política sanitaria y el confinamiento, Édouard Philippe subrayó el principio cardinal de la política francesa: «libertad y responsabilidad» . Los franceses han podido salir a la calle, con relativa facilidad, firmando un modelo autorización, comprometiéndose a respetar las normas (distancias, máscaras, etcétera). De esa manera, es posible realizar trabajos básicos, salidas imprescindibles, aceptado el principio de los controles permanentes.
Desde el principio del confinamiento, el 17 de marzo pasado, en Francia (67 millones de habitantes), se han realizado 13,5 millones de controles, en calles y carreteras, y han castigado, con multas de 135 a 1.500 euros, unas 800.000 infracciones.
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