Lukashenko amenaza a Polonia y los países báltico como respuesta a las sanciones europeas
Los europeos «necesitan calmarse y meditar las consecuencias que para ellos podrían acarrear los problemas de Bielorrusia», ha dicho el presidente bielorruso
El presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko, manifestó ayer durante la visita a una factoría de productos lácteos en la ciudad de Orsha, en la parte noreste del país cerca de la frontera con Rusia, que no teme en absoluto las sanciones de Bruselas, a las que ya antes «ha sobrevivido», y que serán los países de la Unión Europea los que saldrán perjudicados, en particular Polonia y las repúblicas bálticas.
«Les enseñaremos lo que son sanciones», aseguró Lukashenko ante los trabajadores de una fábrica del sector alimentario en Orsha. Dijo que «si polacos y lituanos enviaban antes sus mercancías a Rusia y China por vía terrestre a través de Bielorrusia, en adelante tendrán que hacerlo por vía aérea o a través del Báltico y el mar Negro». «Vamos a redirigir los flujos comerciales procedentes de los puertos lituanos», añadió. A juicio del dictador bielorruso, los europeos «necesitan calmarse y meditar las consecuencias que para ellos podrían acarrear los problemas de Bielorrusia». Explicó que Occidente «no necesita a Bielorrusia como tal sino como trampolín contra Rusia». «No como hizo Hitler, lanzando sus ejércitos, sino tumbando el actual poder en Bielorrusia e instalando otro que solicitaría a un estado extranjero que envíe a nuestro país tropas de apoyo», declaró mientras insistía en que ésa es la amenaza militar real a la que Minsk tendrá que hacer frente.
Lukashenko recibió el jueves la promesa de su homólogo ruso, Vladímir Putin, de que enviará fuerzas de seguridad a Bielorrusia «si la situación se descontrola» . Pese a las amenazas y a que otra vez vuelve a aumentar el número de arrestos, las manifestaciones de protesta contra el fraude electoral perpetrado por las autoridades en los comicios del pasado 9 de agosto continúan cada día. Lukashenko sostuvo ayer que pronto pondrá fin a las movilizaciones. «La bacanal se acaba (...) ahora tenemos que ocuparnos de la economía», afirmó.
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