La líder conservadora escocesa sorprende en el debate de Wembley y frena a Boris Johnson
Ruth Davidson acorraló al líder de Leave preguntándole reiteradamente «dinos cuál es tu plan»
El debate en vivo en la BBC desde Wembley ante 6.000 espectadores de esta noche de martes ha constituido el gran espectáculo que se esperaba, con una liza verbal muy viva y tablas, lo cual es una buena noticia para el equipo de Remain , pues se medían a uno de los políticos más populares –o al menos más conocidos y omnipresentes- del Reino Unido, Boris Johnson .
El debate enfrentó a dos equipos de tres contendientes, capitaneados por Johnson y Sadiq Khan , su sucesor laborista -y musulmán- en la alcaldía de Londres. El patricio brexiter , formado en Eton y Oxford , contra el hijo de un conductor de autobuses paquistaní, que compartió litera hasta los 23 años en un piso de protección oficial. La vieja y la nueva Inglaterra cara a cara. ¿Quién se impuso? Seguramente ninguno de los dos, sino Ruth Davidson , de 37 años, la líder del Partido Conservador en Escocia, que participaba en el trío del «In». Davidson, antigua periodista, feligresa de la Iglesia de Esocia y lesbiana, en mayo logró que los tories se convirtiesen en segunda fuerza en el Parlamento escocés, algo insólito, y esta noche fue el principal problema de Johnson , al que le pesaban sus 52 años frente al empuje vitalista de la recién llegada.
Boris, que lucía corbata roja y su estudiadísimo despeinado. Llegó a Wembley a bordo de su enorme autobús colorado de campaña, en cuya carrocería un rótulo proclama en grandes letras: «Cada semana enviamos 360 millones a Bruselas que podrían ir al NHS [el servicio nacional de salud». Se ha probado que la cifra es falsa , son unos 130, pero la mantiene. El líder carismático de Leave -el intelectual es Michael Gove- insistió en su eslogan nacionalista de «tenemos que retomar el control de este país» y enfatizó que «la UE es una máquina de destruir empleo» . También exigió controlar la inmigración, aunque diciendo previamente que si está regulada le parece bien.
El problema de Johnson fue que se encontró rivales correosos . Ruth Davidson le apretó preguntándose por sus soluciones alternativas a la UE: «¿Cuál es tu plan, Boris? Dinos cuál es tu plan» , repitió hasta cinco veces. Johnson no acertó a replicar. Ella comenzó a convertirse ahí en la sorpresa de la noche.
En el capítulo de la inmigración , el más delicado para Remain, Khan se defendió con un inesperado contraataque: «Turquía no va a entrar en la UE, Boris, estás mintiendo a la gente. Te deberías avergonzar». Boris respondió con un «soy turco». Lo cuál es el parte cierto, pues su abuelo llegó a ser ministro de Interior de ese país.
El debate se dividió en tres bloques: economía (donde ganó Remain, aunque Leave se defendió bien), imigración (donde hubo tablas) e influencia del Reino Unido en el mundo , donde anduvieron también muy igualados. Boris recordó que «en la crisis de los Balcanes murieron un millón de personas mientras Europa se lo pensaba, tuvieron que venir los estadounidenses a arreglarlo». En todo momento insistió en que el Reino Unido ha perdido democracia y soberanía en el altar de Bruselas y repitió su mantra de «retomemos el control». Llegó a decir que «el Tribunal Europeo de Justicia es la autoridad legal suprema de este país».
Khan puso en un brete al otro equipo cuando les planteó esta pregunta que no contestaron: «Decidme qué aliado del Reino Unido apoya que salgamos de la UE. ¿Canadá? ¿Estados Unidos? ¿Australia? ¿Nueva Zelanda? Todos nos animan a quedarnos ».
Los alegatos finales corrieron a cargo de Ruth Davidson y Boris Johnson, y ahí ganó el veterano Johnson con una proclama patriótica. La tory escocesa se despidió diciendo que es un grave error «dejar el libre mercado más grande del mundo» y proclamó: «La Gran Bretaña de la que yo me siento orgullosa es la que quiere a sus amigos y vecinos y desea seguir con ellos. El Reino Unido es mejor dentro, tú eres mejor dentro. ¡Vota In! ».
Cerró Johnson y ahí se llevó el gato al agua con esta frase básica, pero que siempre funciona: «Si votáis Leave y retomamos el control será ¡el día de la independencia de este país!» . La frase encandiló a los suyos, con los primeros y únicos aplausos de la noche con público puesto en pie (también hubo abucheos y algún silbido de los del In).
El debate fue vistoso, pero no parece que vaya a cambiar la historia de este disputadísimo referéndum.
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