Los laboristas y los médicos británicos atacan a Johnson
El «premier» sacó pecho de sus éxitos y culpó a la oposición de no apoyarlo
«El primer ministro se arriesga a cometer los errores que cometió al comienzo de la pandemia: dejar de lado el desafío, correr hacia adelante, no estimar adecuadamente los riesgos». Con estas palabras, el líder del Partido Laborista, Keir Starmer , se dirigió ayer a Boris Johnson en el Parlamento británico durante la sesión de preguntas al primer ministro, en la que una vez más mantuvieron un acalorado encuentro. Starmer incidió especialmente en la incapacidad del Gobierno de poner en marcha de forma adecuada el sistema de pruebas y rastreo de contactos del sistema nacional de salud para dar seguimiento a los contagios de coronavirus, mientras que Boris Johnson le devolvió la pelota culpándolo de no apoyar la estrategia del Ejecutivo.
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Starmer no se quedó callado y le aclaró al «premier» que su partido apoyó la siguiente fase de la desescalada, que el primer ministro anunció el martes en la Cámara de los Comunes y que, además de disminuir la distancia de seguridad entre personas de dos metros a uno, permitirá la apertura de empresas como pubs, restaurantes, museos, cines o peluquerías a partir del próximo 4 de julio, después de más de tres meses cerradas, pero que ese apoyo no es gratis. Para que la relajación de las medidas de confinamiento funcionen, «necesitamos un sistema eficaz de rastreo y aislamiento», dijo Starmer, que aunque afirmó reconocer «el arduo trabajo que se ha dedicado a esto, si no se contacta a dos tercios de los que tienen Covid-19 y se les pide que proporcionen detalles de sus contactos, hay un gran problema, ¿no es así?», le espetó a Johnson. Starmer considera un «gran problema» que se haya localizado a poco más de 10.000 personas infectadas, pese a que las de las previsiones de la Oficina Nacional de Estadísticas era de 33.000.
Éxito rápido
Sin dar el brazo a torcer, Johnson afirmó que el laborista está «aturdido por el éxito de la operación», que «se ha puesto en funcionamiento mucho más rápido de lo que se esperaba». «Lo que tenemos es una fantástica operación de prueba y rastreo que será cada vez mejor y que será indispensable para nuestro éxito futuro», dijo el «premier», que añadió que los laboristas están «volviendo a una posición de oposición».
Las críticas al primer ministro Boris Johnson llegan desde otros sitios. En una carta abierta publicada por el British Medical Journal, médicos y organismos oficiales como la Asociación Médica Británica y el Real Colegio de Cirujanos pidieron al primer ministrio británico hacer una evaluación urgente de qué medidas se están tomando ante el «riesgo real» de una segunda ola del brote, pero Johnson, de momento, parece no tomarse muy en serio la petición.