Johnson recurre al más excéntrico de los 'brexiteros', Jacob Rees-Mogg, para salir de su peor crisis
El primer ministro británico nombra como secretario del Brexit a uno de sus aliados más fieles
Boris Johnson tiene detractores, cada vez más incluso, pero también es verdad que tiene grandes aliados que no le han dado nunca la espalda, y menos aún en este momento, probablemente el más difícil de su mandato. Uno de ellos es Jacob Rees-Mogg , que este martes fue nombrado responsable de un puesto de nueva creación en el gabinete, ejerciendo así como primer secretario de Estado para las Oportunidades del Brexit y la Eficiencia Gubernamental. Rees-Mogg, que había sido hasta ahora líder de los tories en los Comunes, hereda así, al menos en parte, las responsabilidades de David Frost, que renunció en diciembre como secretario del Brexit por estar en desacuerdo con la «dirección» que estaba tomando el Ejecutivo de Johnson. Su nombramiento podría gustar a los conservadores que apoyaron el divorcio con la Unión Europea, y a quienes no les gustaba especialmente que algunas de las funciones de Frost hubieran recaído en la ministra de Exteriores, Liz Truss , que asumió ese cargo en la reorganización del gabinete del pasado septiembre.
El diputado es uno de los grandes apoyos con los que cuenta el primer ministro, con quien tiene en común ser un ferviente 'brexiter', y su nombramiento en Downing Street es hasta el momento el movimiento más importante del premier en una reestructuración planteada para apaciguar los ánimos tras el escándalo del 'partygate', que ha estado a punto de costarle a Johnson su cargo (de momento, aguanta) y que ha provocado la ira de una población que se lo perdonaba todo, hasta que salió a la luz que en dependencias del gobierno corrió el alcohol en varios eventos mientras estaba vigente el confinamiento por el Covid-19. Después de que la funcionaria Sue Gray presentara parte de las conclusiones de una investigación al respecto, el primer ministro prometió en el Parlamento que habría cambios en el funcionamiento de sus dependencias oficiales. Y en ello está.
Un portavoz de Downing Street aseguró este martes que es «importante que hiciéramos cambios inmediatos para mejorar el funcionamiento operativo del Número 10», y que además dichos cambios ayudarían a «mejorar las relaciones con los parlamentarios», algunos de los cuales han pedido la renuncia de Johnson, mientras que otros han entregado sus cartas de «no confianza» al Comité 1922, que podría activar una votación para decidir el futuro de Johnson como líder del partido y como primer ministro. El portavoz del premier añadió, con respecto al nombramiento de Rees-Mogg, que esta es una prueba del «énfasis» que el primer ministro está poniendo en «seguir buscando formas de aprovechar al máximo la salida de la UE». Cabe recordar que Rees-Mogg dijo una vez que dejar la UE sería «la mayor oportunidad económica para este país».
'Partygate'
El nuevo líder en los Comunes es Mark Spencer , hasta ahora encargado de mantener la disciplina parlamentaria ('whip', en inglés) puesto que será ocupado por el diputado Chris Heaton-Harris, que llevaba tan solo dos meses apoyando a Truss en las conversaciones con Bruselas sobre el Protocolo de Irlanda del Norte. Todos estos cambios, y los que vendrán, son con los que Johnson pretende pasar la página del 'partygate' y recuperar la confianza de sus electores y de sus parlamentarios, especialmente de quienes están a favor del Brexit y que empiezan a dudar de las promesas hechas por el premier sobre los beneficios de esta separación.
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