Johnson advierte de que los ucranianos que entren ilegalmente al Reino Unido podrían ser enviados a Ruanda

Un debilitado primer ministro, cada vez más cuestionado, genera una nueva polémica para que no se hable de sus problemas internos

El primer ministro, en una foto de archivo AFP
Ivannia Salazar

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El primer ministro británico ha dado una vuelta de tuerca más en relación con la nueva política migratoria mediante la cual su Gobierno pretende enviar a Ruanda a los inmigrantes indocumentados que lleguen al país. En unas declaraciones en el país africano, donde se encuentra de visita con motivo de la reunión de jefes de estado de la Commonwealth, Boris Johnson declaró que también los refugiados ucranianos que huyen de la guerra se enfrentan a ser enviados a Ruanda si entran al Reino Unido sin autorización, aunque la medida está de momento en pausa gracias a la intervención del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Según informó el diario 'The Guardian', cuando se le preguntó si los ucranianos que llegan en barco podrían enfrentar la deportación, respondió que «la única circunstancia en las que las personas serán enviadas a Ruanda es si vienen al Reino Unido ilegalmente, socavando así las rutas seguras y legales que tenemos . Creo que estamos dando 130.000 visas a los ucranianos y tienen al menos dos rutas muy buenas para venir a este país» dijo, en referencia al programa puesto en marcha por su gobierno mediante el cual la población puede acoger en sus hogares a quienes escapan de la invasión rusa. «Pero si vienen aquí ilegalmente, están pasándole por encima a todos los que vienen legalmente. Y es una locura. Así que me temo que la respuesta es, supongo, sí, en teoría eso podría suceder. Pero creo que es muy poco probable», matizó.

Hace poco más de un mes, Daniel Hobbs, responsable de asilo del Ministerio del Interior ya había advertido de esta posibilidad en una comparecencia ante el comité de asuntos internos de la Cámara de los Comunes, en la que explicó a los parlamentarios que la única nacionalidad excluida de la expulsión al país africano son los propios ruandeses. También hizo referencia al respecto Tom Pursglove, el secretario encargado de abordar la inmigración ilegal, quien le dijo al comité que « no hay absolutamente ninguna razón por la que un ucraniano deba subirse a una pequeña embarcación y pagarle a un traficante de personas para ingresar al Reino Unido» si el Gobierno británico les está concediendo visados para entrar de forma legal .

Las organizaciones de Derechos Humanos reaccionaron de inmediato a las palabras del premier, como es el caso de Enver Solomon, director ejecutivo del Refugee Council, que brinda apoyo y asesoramiento a refugiados y solicitantes de asilo , para quien la opinión de Johnson está «en marcado contraste con el público británico que ha abierto sus puertas para recibir a los ucranianos en una búsqueda desesperada de seguridad».

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