Italia incauta el superyate Scheherazade vinculado a Putin
Valorado en unos 650 millones de euros, está amarrado desde hace meses en un puerto de Toscana. Con bandera de las Islas Caimán, está registrado a nombre de un oligarca ruso, pero se sospecha su vinculación con el presidente Putin
Ha sido incautado por el Gobierno italiano el superyate Scheherazade, vinculado al presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, aunque no existe una prueba definitiva para atribuirle la propiedad. Formalmente está registrado a nombre del oligarca ruso Eduard Khudaynatov. La embarcación está amarrada desde hace varios meses en Marina di Carrara, localidad balnearia en la costa norte de la región de Toscana junto a Forte dei Marmi, uno de los destinos favoritos de los oligarcas rusos, que tienen también mansiones en Toscana.
Con bandera de las Islas Caimán y todo tipo de lujos a bordo, el Scheherazade, de 140 metros, ncon seis pisos y dos plataformas para el aterrizaje de helicópteros, está valorado en en unos 650 millones de euros. Tiene toda la tripulación compuesta por rusos, excepto el primer capitán, que es británico.
La noticia fue comunicada en la noche del viernes por el ministerio de Economía, cuyo titular, Daniel Franco, firmó el decreto de incautación. En una nota explica los vínculos del yate Scheherazade con miembros destacados del gobierno ruso: «Las investigaciones realizadas por la Guardia de Finanzas (la policía financiera italiana), han evidenciado la presencia de importantes conexiones económicas y comerciales del sujeto que tiene la disponibilidad, incluso como dueño efectivo del yate Scheherazade (está registrado a nombre de Eduard Khudaynatov), con elementos destacados del gobierno ruso y con otros sujetos incluidos en la lista de ciudadanos rusos afectados por las sanciones europeas».
Según lo reconstruido de los investigadores de la Guardia de Finanzas, el yate sería formalmente atribuible al expresidente de Rosneft, el oligarca Eduard Khudaynatov, propietario de Villa Altachiara, una lujosa residencia en el promontorio de Portofino, célebre pueblecito pesquero, sinónimo de belleza, elegancia y dolce vita, al sudeste de Génova. El nombre de Eduard Khudaynatov no figura en la lista de la UE de oligarcas sujetos a sanciones. Ahora, sobre la base de los elementos constatados por la Guardia de Finanzas -explica la nota del Ministerio de Economía- «el Comité de Seguridad Financiera ha propuesto al Consejo de la Unión Europea la inclusión de esta persona en la citada lista».
Por ahora, no se ha podido establecer que el superyate Scheherazade pertenezca a Putin. Falta la prueba reina. Los servicios secretos estadounidenses tienen la sospecha de que el presidente ruso pudiera tener a su disposición esta lujosa joya flotante. Igualmente, una investigación de la Fundación Anticorrupción Alexei Navalni señala que el presidente ruso es el verdadero beneficiario final del yate. Navalni es el activista ruso adversario de Putin, que en marzo pasado fue condenado a nueve años de cárcel.
El Gobierno italiano ha incautado yates y villas a los oligarcas rusos por valor de casi 1.000 millones de euros. Pero debe correr con los gastos de mantenimiento, hasta que finalicen las sanciones. Para evitar que ese dinero salga de las arcas públicas, se estudia la posibilidad de alquilar los yates incautados.
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