Irán suspende la pena de muerte para los tres manifestantes tras la presión de las redes sociales
La marcha atrás de la Justicia se ha vivido como una victoria en redes sociales en un país que en 2019 ejecutó a 251 presos
La Justicia de Irán suspendió de manera oficial la ejecución de los tres jóvenes detenidos durante las protestas de noviembre que estallaron tras la subida del precio de la gasolina. El anuncio de la pena capital para ellos provocó una gran protesta online en la que más de siete millones de personas colgaron mensajes en las redes sociales con el hashtag en farsi #no_ejecutéis. «Hemos transmitido una demanda al Tribunal Supremo y fue aceptada. Esperamos que el veredicto será anulado», dijo por teléfono a la agencia AFP Babak Paknia, uno de los abogados defensores.
Amirhosein Moradi, de 26 años, Said Tamjidi, de 28 años, y Mohamad Rajabi, también de 26, fueron condenados a muerte y, según el tribunal que les juzgó en Teherán, «fueron encontradas pruebas en sus teléfonos móviles de que habían incendiado bancos, edificios públicos y autobuses durante las manifestaciones». Desde la oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas criticaron esta decisión y aseguraron que «los tres jóvenes fueron sometidos a torturas por las autoridades iraníes, incluidos golpes y descargas eléctricas. Como resultado de la tortura, confesaron. Uno de ellos, Moradi, confesó después de que los interrogadores le dijeran que solo recibiría tratamiento médico si lo hacía. Habló, pero nunca le dieron medicina alguna».
La marcha atrás de la Justicia se vivió como una victoria en las redes sociales en un país que en 2019 ejecutó a 251 presos, una cifra solo superada por China, según los datos de Amnistía Internacional (AI). Las protestas de noviembre se extendieron por las principales ciudades de la república islámica y murieron 230 personas en los choques con las fuerzas de seguridad, de acuerdo a las cifras oficiales.
Entre las voces que se sumaron a la campaña contra la ejecución estuvieron el director de cine Asghar Farhadi, ganador de dos premios Óscar, el ex futbolista de Osasuna e ídolo local, Masoud Shojaei, y Donald Trump, que en un tuit declaró que «la ejecución de estas tres personas envía un mensaje deplorable al mundo y no debe hacerse».
Nueva explosión
La noticia sobre estos tres jóvenes que, de momento, se libran de la pena capital quedó eclipsada a lo largo de la jornada por una explosión en una central eléctrica en la provincia de Isfahán, en el centro del país. No hubo víctimas y la agencia oficial Irna aseguró que fue un accidente causado por el desgaste de un transformador.
Fue la décima explosión en menos de tres semanas y medios como Business Insider revelaron, citando fuentes de Defensa israelíes, que se trata de «una intensa campaña de Israel para golpear a Irán y buscar la confrontación antes de que termine el mandato de Trump». La explosión más grave hasta el momento afectó a la planta nuclear de Natanz y dañó seriamente al centro de producción de centrifugadoras de última generación que desarrollan los iraníes para su programa nuclear. Hasta el momento Irán no ha acusado a nadie y se limita a decir que investiga lo sucedido .
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