La inestabilidad política cerca a Macron, que baraja cambiar de primer ministro
El presidente de Francia se enfrenta a tensiones gubernamentales, pero también a las posibles escisiones en el Parlamento y a la protesta social
Con el desconfinamiento, Francia y Emmanuel Macron entran en un laberinto político inflamable : fronda parlamentaria, tensiones gubernamentales, arribismos cainitas, fronda social inflamable que resumen nubes y riadas de pintadas de este tipo: «Estamos en guerra contra Macron».
En la Asamblea Nacional (AN), primera cámara del Parlamento francés, comienza a tomar forma un grupo parlamentario emergente de diputados «macronistas» de «izquierdas» : antiguos socialistas y ecologistas seducidos por el primer Macron, acusado ahora de «conservadurismo autoritario».
Dentro del Gobierno, el presidente y su primer ministro, Édouard Philippe, se «desmienten» el uno al otro varias veces por semana. Le Monde, Le Figaro, Le Point, Liberation, estiman que Macron está «evaluando» la posibilidad de cambiar de jefe de Gobierno.
Ambiciones personales
Ante el perfume creciente de una eventual carnicería política , disfrazada de «cambio de gobierno», se disparan las ambiciones personales. Circulan media docena de eventuales candidatos al cargo de primer ministro… rumores tradicionalmente aventados por los mismos interesados.
Antes siquiera que comenza el desconfinamiento, la semana pasada, la fronda sindical comenzó a agitarse, con muy diversos motivos.
Macron ha sido abucheado durante sus visitas a varios hospitales. Médicos y personal hospitalario hacen público su descontento. Enterrado por defunción diferida el legendario y moribundo proyecto de reforma del sistema nacional de pensiones, los sindicatos tradicionales amenazan con manifestaciones de protesta, cuando las circunstancias sanitarias terminen siendo más favorables.
Angustia social
Con el desconfinamiento, la protesta «sorda», «ciega» y anónima de los muros callejeros comienza a colorearse: « Macron, largo ». «Han hundido el sistema sanitario nacional». «Macron organiza nuestra precariedad». «Estamos en guerra contra Macron…».
Se trata de una cólera y angustia social difusa y creciente, donde la extrema izquierda y la extrema derecha populistas están haciendo su «nido» podrido de contestación radical.
Los servicios de seguridad del Estado (prefecturas, Gendarmería) han prevenido al presidente de la República de los «riesgos» de una «protesta social creciente» . Por las embajadas de la UE circulan análisis y especulaciones sobre los «cambios por venir» en la periferia del poder supremo.
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