Hollande y Macron se disputan el título de presidente más impopular de la V República
«Aficionado» es una crítica irónica que se propaga de manera inquietante contra los diputados y candidatos a alcaldes del partido del mandatario
Consciente que Emmanuel Macron puede «robarle» su título de presidente más impopular de la V República , François Hollande ha decidido darle un «empujón» en nombre de los «profesionales» contra los «amateurs».
En estado de crisis larvada con su propia mayoría parlamentaria, Macron lanzó días pasados a los diputados de su partido La República En Marcha (LREM) esta invitación al orgullo legitimista: «Si los profesionales eran los políticos a quienes echamos hace dos años y medio, debéis estar orgullosos de ser unos aficionados, unos amateurs».
«Amateur», «aficionado» es una crítica irónica que se propaga de manera inquietante contra los diputados y candidatos a alcaldes del partido de Macron, víctima de una crisis de salida de la pubertad política.
A nadie se le escapó la pulla de Macron contra el socialismo francés y su último presidente, François Hollande , que suspira por volver a la escena política, como posible rival de su antiguo ministro de finanzas. Se trata de una ilusión con poco fundamento. Pero Hollande y su novia, Julie Gayet, no pierden la esperanza.
Respondiendo a Macron, que fue su consejero personal para asuntos económicos, antes de convertirse en su primer y victorioso rival, Hollande ha declarado: «El amateurismo está muy bien en algunos terrenos . En el deporte por ejemplo. En cuestiones importantes, como es la vida pública, los profesionales aportan unas garantías que quizá sean indispensables y no siempre tienen los aficionados».
Sin atacar de frente, ni con violencia, Hollande defiende a los «profesionales» (los socialistas derrotados , en la terminología elíptica de Macron) frente a los «aficionados» y «amateurs» (los «macronistas» en estado de crisis de nervios).
Hollande decidió renunciar a su reelección cuando los sondeos lo consagraron como el presidente más impopular de la V República, al final de su mandato presidencial. Tras dos años y medio en el Elíseo, Macron comienza a «competir» por el título de impopularidad histórica, con un 70% de opiniones malas o muy malas, en los sondeos. Ambos corren el riesgo de la aparición de futuros y temibles rivales, por ahora inexistentes o invisibles.
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