Guaidó, en la Cumbre para la Democracia: «La dictadura ha condenado a mi país»
El presidente interino de Venezuela participa en la cita invitado por el presidente de EE.UU., Joe Biden
El presidente de Estados Unidos cedió este jueves una parte destacada en su primera Cumbre para la Democracia a aquellos que luchan contra las dictaduras en Latinoamérica. El líder opositor al chavismo al que la Casa Blanca reconoce como presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó , integró en su delegación a la activista nicaragüense Berta Valle, esposa del precandidato a la presidencia detenido Félix Maradiaga, y a la disidente cubana Rosa María Payá, que es hija del líder opositor Oswaldo Payá.
En su turno de palabra, en un espacio reservado únicamente para él, Guaidó agradeció al presidente Biden la invitación, «y el reconocimiento a la lucha de mi país, Venezuela, desde donde seguimos resistiendo por la libertad, enfrentando una de las dictaduras más terribles de la historia, que ha causado la segunda crisis migratoria más grande del mundo, desplazando a más de seis millones de venezolanos, solo como países en guerra». «La dictadura condenó al 76% de los venezolanos a vivir en pobreza extrema, secuestró las instituciones y acabó con el estado de derecho», dijo Guaidó.
Precisamente la voluntad de Biden con este encuentro, que se ha celebrado de forma virtual, es crear un foro permanente en el que países puedan entrar o salir dependiendo de su compromiso con la democracia, en un contexto de auge del totalitarismo. El mismo Biden dijo al abrir el plenario que «la mitad de todas las democracias ha experimentado un declive en al menos un aspecto de la democracia durante los últimos 10 años, incluido EE.UU.».
No han sido invitadas este año las tres dictaduras de Cuba , Venezuela y Nicaragua , lo que la Administración Trump calificó como «la troika de la tiranía». Pero tampoco están países a los que EE.UU. acusa de corrupción o deriva autoritaria, entre ellos Guatemala y El Salvador. Precisamente el miércoles EE.UU. acusó al presidente salvadoreño, Nayib Bukele , de haber sellado un pacto con las maras, los grupos delictivos, para reducir la criminalidad y lograr su apoyo en comicios. Bukele lo niega.
Sí estuvo presente Jair Bolsonaro , de Brasil, acusado por sus detractores en la oposición de pulsiones autoritarias para perpetuarse.
En consonancia con una política menos intervencionista en América Latina que la de su predecesor, Biden no ha dado más lugares destacados a mandatarios del continente en estos dos días de cumbre, jueves y viernes. En el plenario sí hablaron los jefes de gobierno o estado de todos los países invitados, incluidos Perú, Chile, Ecuador o Colombia.
Pero tras ese plenario, intervinieron en charlas y ponencias los jefes de gobierno de Letonia, Dinamarca, Zambia, Lituania, República Dominicana, Malaui, Suecia, Botsuana, Eslovaquia, Moldavia, Gana y Nueva Zelanda. Hablaron también el secretario general de la ONU, António Guterres , y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen . Ni uno americano, y tampoco el secretario general de la Organización de los Estados Americanos, Luis Almagro .
Una solución «inclusiva y negociada»
Con respecto a Guaidó, Biden ha tenido el gesto de invitarlo reforzándolo en el cargo de presidente encargado, frente a la perpetuación en el poder de Nicolás Maduro y su dictadura. Desde que llegó a la Casa Blanca, se ha dirigido siempre hacia él como «presidente interino», y así ha sido presentado en esta cumbre.
Guaidó ha dicho que «la dictadura condenó al 76% de los venezolanos a vivir en pobreza extrema, secuestró las instituciones y acabó con el estado de derecho, persigue, encarcela y tortura a la disidencia, y por esto hoy es el primer régimen de Latinoamérica investigado por la Corte Penal Internacional por delitos de lesa humanidad».
Después añadió una nota de optimismo, pues dijo que «en el caso específico de Venezuela, es necesario comprometerse con una solución política inclusiva y negociada, que brinde un espacio genuino para todos los sectores de la sociedad». Es precisamente el punto que siempre destaca la Administración Biden, que la solución debe ser negociada. También pidió a los presentes, 110 jefes de estado y gobierno, que apoyen a los estados receptores de refugiados y migrantes venezolanos.
Noticias relacionadas