Editorial ABC
Francia mantiene en vilo a Europa
La responsabilidad histórica que ha recaído en los franceses es enorme, pues nunca antes los votantes de un solo país han tenido en sus manos el futuro del proyecto europeo
![Tres policías franceses en labores de vigilancia, con la Torre Eiffel al fondo](https://s2.abcstatics.com/media/internacional/2017/04/22/francia-policia-kGyF--620x349@abc.jpg)
La primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas se celebra este domingo en un ambiente inesperado. Hace cinco años los electores estaban preocupados por la crisis económica y el debate sobre la austeridad. La crisis sigue pesando sobre Francia, que en este quinquenio de presidencia socialista no ha sabido hacer las reformas que el país necesita con urgencia. Sin embargo, mañana los franceses votarán sobre todo preocupados por el terrorismo , todavía con el eco del atentado de los Campos Elíseos y con las calles de todo el país protegidas por un dispositivo de seguridad sin precedentes.
En estas circunstancias, es de elogiar el comportamiento del Gobierno, que ha intentado sobre todo transmitir un mensaje de serenidad para evitar que sean las emociones y no la razón lo que impere en la conciencia de los electores. Ha sido un acierto evitar la difusión de imágenes truculentas de este último crimen para no favorecer interpretaciones malsanas de un asesinato cometido por integristas islámicos con la evidente intención de interferir en el resultado electoral. La candidata nacional-populista Marine Le Pen va a intentar aprovecharse de la situación capitalizando la frustración de una sociedad atemorizada y que, de un modo u otro, puede verse influida en las urnas por la amenaza terrorista que tan de cerca y dramáticamente conocen desde hace unos años.
La responsabilidad histórica que ha recaído en los franceses es enorme, pues nunca antes los votantes de un solo país han tenido en sus manos de una forma tan directa el futuro de todo el proyecto europeo. Y no está claro que todos los candidatos sean conscientes de ello. Los más extremistas, tanto de derecha, la ya citada Le Pen, como el radical de izquierda, Jean-Luc Mélenchon , hablan claro sobre sus ideas antieuropeas. La socialdemocracia desnortada, y en crisis de identidad en toda Europa, ha sido derrotada de antemano, hasta el punto de que el presidente saliente ha renunciado a presentarse a la reelección, y el candidato socialista, Benoît Hamon , no aparecerá por la segunda vuelta. El centro-derecha acude a las urnas lastrado por su escandalosa concepción de las relaciones con el dinero público, y el inesperado favorito, Emmanuel Macron , carece de un partido que le respalde en su gestión si resulta elegido en la segunda vuelta. Es decir, que a falta de una propuesta clara y en circunstancias desfavorables, los franceses se verán obligados a optar por el mal menor.
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