Francia celebrará la segunda vuelta de las municipales el 28 de junio, si la pandemia no lo impide
El primer ministro, Édouard Philippe, advierte de que la fecha es «reversible» y que en dos semanas se determinará si la situación de la pandemia en el país permite que tengan lugar los comicios
Sin «cerrar», ni mucho menos, la crisis sanitaria nacional, con el coronavirus siempre «emboscado» y amenazante , la guerra política, electoral, vuelve a instalarse en la vida pública, en un clima cívico muy tenso.
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Édouard Philippe, jefe de Gobierno de Emmanuel Macron, y Christophe Castaner, ministro del Interior, confirmaron la tarde del viernes que la segunda vuelta de las elecciones municipales se celebrará el próximo 28 de junio, si la crisis sanitaria nacional no se ha degradado.
No repetir la primera vuelta
Decisión inflamable: no existe consenso entre las fuerzas políticas nacionales , consultadas oficialmente. Extrema izquierda y extrema derecha populistas amenazan con desenterrar el hacha de guerra más feroz.
El Gobierno ha transmitido a los presidentes de las dos cámaras del Parlamento, la Asamblea Nacional (AN) y el Senado, dos informes oficiales , anunciando la decisión. El próximo día 27 de publicará un Decreto oficial.
Emmanuel Macron había barajado tres alternativas : convocatoria a finales de junio, aplazamiento al otoño o el mes de enero del año que viene.
Según la legislación francesa, la convocatoria a finales de junio tiene una «ventaja» política: permite considerar válido el resultado de la primera vuelta electoral, el 15 de marzo pasado, dos días antes del principio del confinamiento nacional. Si se hubiese preferido aplazar varios meses la convocatoria, hubiera sido necesario volver a convocar las dos vueltas de la elección.
Macron ha optado por la convocatoria a finales de junio, cuando restaurantes y bares estén funcionando, tras un desconfinamiento previsto para primeros de junio.
La convocatoria tiene una suerte de « cláusula de reserva »: la segunda vuelta electoral solo se realizará si el Consejo científico da su «visto bueno», con una declaración oficial, dos semanas antes del escrutinio. Si la situación sanitaria se degradase, el Gobierno retiraría «automáticamente» la convocatoria electoral.
Sin consenso
Esperada, se trata de una decisión con muchos riesgos políticos.
Édouard Philippe, primer ministro, celebró una reunión de trabajo con los representantes de todas las fuerzas políticas nacionales. «La reunión terminó sin llegar a ningún consenso . Le corresponde al Gobierno tomar y asumir su propia decisión», ha comentado Philippe.
La gran mayoría de los alcaldes franceses apoya la convocatoria . PCF, PS y Los Republicanos (LR, derecha tradicional) apoyan condicionalmente la convocatoria, apoyada con prudencia por los centristas y La República En Marcha (LREM), el partido de Emmanuel Macron. Esas grandes familias políticas coinciden en lo esencial: «Sí a la votación, si las condiciones sanitarias lo permiten».
La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda populista) y Agrupación Nacional (AN, ex FN, extrema derecha), amenazan con utilizar la nueva e inminente campaña electoral para lanzarse a paso de carga , sable envenenado en ristre, contra Emmanuel Macron y su Gobierno.
Jean-Luc Mélenchon, líder de LFI, trata a Macron de «falsario» y «bandido» . Marine Le Pen, por su parte, pide la disolución de la Asamblea Nacional (AN) y la convocatoria de elecciones anticipadas, mientras prepara un «libro negro» contra Emmanuel Macron.