El fiscal general de EE.UU. asegura que los tuits de Trump hacen «imposible» su trabajo

El presidente responde en Twitter que «tiene derecho» a ofrecer sus opiniones

Donald Trump EP
David Alandete

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«Creo que ha llegado la hora de poner fin a los mensajes en Twitter sobre casos penales del departamento de Justicia». El fiscal general (ministro de Justicia) de Estados Unidos, William Barr , tomó ayer la arriesgada decisión de criticar los hábitos de su propio jefe, el presidente Donald Trump , en una entrevista en televisión. Este último ha dejado claro ya que no se lo tiene en cuenta, pero que se reserva el derecho de interferir en lo que crea adecuado.

Según dijo Barr en la entrevista emitida el jueves por la cadena de televisión Abc, «no voy a dejar que me presione nadie, sea el Congreso, el comité editorial de un diario o el Presidente». «Voy a seguir haciendo lo que creo que es correcto. Lo cierto es que no puedo hacer mi trabajo aquí en el ministerio con una serie de opiniones constantes que tratan de limitarme», añadió el ministro de Trump.

También dijo, claramente: «El presidente nunca me ha pedido que haga nada con respecto a una causa penal».

Estas declaraciones llegan en la misma semana en que cinco fiscales han dimitido porque el propio Barr les recomendó en un comunicado que rebajaran la solicitud de condena para un amigo y colaborador de Trump tras ser declarado culpable de perjurio. Esos fiscales habían pedido entre siete y diez años contra ese amigo de Trump, Roger Stone . El presidente les criticó en Twitter por ser demasiado duros y Barr recomendó después una reducción de pena.

Esa sucesión de hechos ha puesto en tela de juicio la independencia del ministerio fiscal y ha llevado a los demócratas a acusar a Trump, de nuevo, de abuso de poder, apenas una semana después de que el Senado exonerara al presidente en el juicio político del impeachment . Después de que Barr recomendara esa reducción de pena, Trump dijo de él que está haciendo « un trabajo fantástico ».

A tenor de la reacción del propio fiscal general, esos halagos no son bienvenidos, porque cuestionan la separación de poderes. Trump, por su parte, no se ha dado por aludido. En otro mensaje —también en Twitter— el presidente ha dicho este viernes que tiene el derecho de interferir en causas penales si así lo cree procedente: «Tengo el derecho legal de hacerlo, aunque hasta ahora he preferido no hacerlo».

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