España impone sus intereses en el primer pulso sobre Gibraltar después del Brexit
La UE considerará a la Roca como «colonia británica» en la legislación si hay una salida sin acuerdo
La Unión Europea mantendrá con toda seguridad la definición de Gibraltar como «colonia» en la norma que debe ser aprobada para evitar la imposición de visados a los británicos que quieran viajar a Europa en caso de un Brexit sin acuerdo. El eurodiputado laborista Claude Moraes fue destituido ayer como ponente de este texto en la Comisión Parlamentaria de Libertades, por lo que se prevé que en la reunión tripartita de hoy martes, el Parlamento, el Consejo y la Comisión concluyan el acuerdo sobre esta disposición legislativa en la que se define dentro de su ámbito de aplicación a la «colonia británica de Gibraltar».
Moraes fue destituido ayer a mediodía en una votación de la Conferencia de presidentes, que agrupa a los dirigentes de los grupos políticos, en la que pesó más la tesis de que un parlamentario británico, es decir, del país que quiere abandonar las UE, no puede condicionar la legislación europea que se aplicará cuando el Reino Unido se convierta en un país tercero. En declaraciones a la prensa británica, Moraes, que todavía es formalmente el presidente de la Comisión LIBE , a la que le corresponde supervisar esta legislación, entiende que ha sido España la responsable de su destitución. «Estoy orgulloso de no haber renunciado. Me di cuenta de que los estados miembros estaban empezando a pensar que España estaba equivocada, por eso Madrid arreció sus ataques».
Moraes ha sido sustituido como ponente de esta legislación por el socialista búlgaro Sergéi Stánishev, que será el encargado de proponer una fórmula para pactarla con el Consejo. Hasta ahora Moraes rechazaba la redacción propuesta por el propio Consejo y la Comisión de Gibraltar como «colonia», que Londres quiere definir ahora como «parte de la familia británica». Moraes se ha quejado siempre de las presiones de España y concretamente del trabajo del líder de la delegación del Partido Popular español, Esteban González Pons.
Sin visado
La aprobación de esta disposición completará los preparativos por parte europea para un eventual Brexit sin acuerdo. Sin ella, los británicos habrían tenido que pedir previamente un visado de entrada en la UE, que tiene un coste de unos 60 euros. En caso de que el Parlamento Británico llegase a aprobar el Tratado de Retirada, esta legislación no se aplicaría, puesto que ya se ha previsto esa posibilidad mutua de que los viajeros puedan moverse libremente sin visado para periodos cortos.
La Comisión ha trabajado intensamente para tener lista la legislación para afrontar un Brexit sin acuerdo, sobre todo en lo que se refiere a los aspectos prácticos más acuciantes. Si se llega a un Brexit desordenado, Bruselas había previsto esta situación favorable para los ciudadanos británicos, que de todos modos ya no podrán entrar en la UE por la ventanilla de los europeos y se tendrán que poner en la cola de los nacionales del resto del mundo. Sin embargo, era voluntad de la Comisión y de los países representados en el Consejo que los ciudadanos con pasaporte británico puedan seguir ingresando en la UE sin visado, para lo cual tiene que ser aprobada la correspondiente legislación. La Comisión y el Consejo han asumido las puntualizaciones españolas, que se limitan a referirse a Gibraltar usando la definición jurídica aprobada por la ONU, que, por cierto también fue utilizada durante décadas por el Reino Unido en cuyos pasaportes correspondientes se imprimía en grandes letras doradas «Colonia de Gibraltar».
El hecho irregular era que el ponente en la comisión correspondiente del Parlamento fuera un representante británico. La novedad para Londres es que desde el momento en que se produzca su desconexión, deberá acostumbrarse a que la Unión Europea asuma plenamente las tesis españolas sobre la colonia, en lugar de buscar la equidistancia como era necesario cuando Bruselas tenía que contentar tanto a Londres como a Madrid.
Consentimiento de España
De hecho, en las reuniones anteriores del «trílogo» entre el Parlamento y el Consejo, la actual presidencia rumana había defendido con contundencia las posiciones españolas y fue seguida por los demás países a pesar del temor a que la cerrazón de Moraes hubiera podido crear un problema gravísimo en las fronteras. El Acuerdo de Retirada ha sido negociado entre la Comisión Europea y el Gobierno britanico, razón por la que en su texto no aparece el término colonia. Sin embargo, en un anexo se recuerda el compromiso de la Comisión de no tomar ninguna decisión que afecte a Gibraltar sin el consentimiento de España. La decisión de conceder la exención de visados en caso de Brexit sin acuerdo es una pieza de legislación europea, prevista para una UE sin el Reino Unido.
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