Una empresa italiana disputa a otra valenciana el origen de la famosa mesa de 6 metros de Putin
A las conjeturas sobre lo que pretendía el mandatario ruso recibiendo a sus homólogos con seis metros de distancia social se ha sumado las distintas reivindicaciones, de Renato y Vicente, sobre el origen del lujoso mueble
El origen español de la mesa que separó a Putin y Macron en el Kremlin
En la crisis sobre Ucrania que mantiene en vilo al mundo, más allá de tanques y misiles, ha aparecido un inesperado protagonista: la mesa interminable que separó al presidente ruso Vladímir Putin y su homólogo francés Emmanuel Macron en su encuentro en el Kremlin. A las conjeturas sobre lo que pretendía el mandatario ruso recibiendo a sus homólogos con seis metros de distancia social se ha sumado la disputa sobre el origen del lujoso mueble. Para el diario Levante EMV , la mesa más famosa del momento, de seis metros de largo y dos de ancho, es obra de Vicente , fabricante del Grupo Zaragozà. En cambio, para el periódico italiano ' Corriere della Sera ', el creador es italiano: Renato Pologna , que hoy dirige la empresa Oak que fundó su padre Virgilio en Cantù, municipio de 37.000 habitantes en la provincia de Como, al norte de Italia, exportando sus muebles a todo el mundo.
«Nada más verla la reconocí. Mide seis metros de largo por 2,60 de ancho. Es de madera. La parte superior es una pieza única, lacada en blanco, decorada a mano con pan de oro. Me siento orgulloso y siempre me emociono cuando veo que mi trabajo está en el trasfondo de algo importante. Espero que traiga buena suerte contra la guerra», ha manifestado Renato Pologna a medios italianos.
«La realicé hace 25 años. Fue una parte muy pequeña del trabajo que hice para uno de los edificios del Kremlin en los años '95 -'96-'97. Es el edificio que se puede ver detrás del Mausoleo de Lenin , actual sede de las oficinas del presidente, además de la residencia presidencial. Exactamente eran 7.000 metros cuadrados en dos plantas. Estaba este gran salón de la famosa fotografía de Putin-Macron y luego otros muchos ambientes», ha dicho Renato Pologna al Corriere, añadiendo que la mesa «hoy valdría 100.000 euros».
La realidad sobre una imagen viral
La foto de la mesa con Macron y Putin frente a frente se convirtió en viral, alimentando la imaginación de expertos y analistas en relaciones internacionales. Entre las diversas hipótesis de interpretación, una de las más citadas fue que en el gesto de Putin había un mensaje diplomático para reafirmar su superioridad respecto a su homólogo. La hipótesis, sin embargo, fue desmentida con una información de Reuters.
La agencia, citando a dos fuentes de colaboradores del presidente francés, informó que la extraña disposición de los dos líderes durante la reunión estuvo motivada por la negativa de Macron a someterse a una prueba molecular realizada por el cuerpo médico del jefe del Kremlin . En definitiva, la negativa de Macron fue dictada por razones de seguridad. En concreto, por la necesidad de que el ADN del inquilino del Elíseo no acabara en manos de los rusos. Cabe destacar que el ADN también se puede obtener de un vaso o de los cubiertos utilizados por Macron, pero parece que al menos su equipo quiso evitar que una muestra orgánica tomada en el test quedara en manos rusas.
La demostración de la falsedad de algunas especulaciones sobre la mesa del Kremlin la hemos tenido este martes con el encuentro del canciller alemán Olaf Scholz y el presidente Putin. Han hablado de la crisis de Ucrania sentados frente a frente en la mesa larga del Kremlin.
A Putin le gustan los muebles grandes
El exprimer ministro italiano y expresidente de la Comisión Europea, Romano Prodi , que conoce muy bien a Putin por sus numerosos encuentros, lo que califica como un hombre pragmático y «muy empírico». Esa forma empírica de actuar la practica en sus encuentros oficiales y también en sus regalos. A los jefes de Estado en visita al Kremlin les ofrece dos opciones: Una mesa corta con apretón de manos y medidas anti Covid más ligeras si el visitante permite que médicos rusos le hagan una prueba PCR, con dos horas de espera para obtener el resultado. Es el caso del presidente Kassym Tokaiev de Kazajistán. La otra opción, sin test, es mesa larga y reglas contra el Covid más rígidas.
En cualquier caso, parece que a Putin le gustan los muebles grandes, hasta el punto de llegar a regalarlos. Lo sabe bien su amigo Silvio Berlusconi. Al ex primer ministro italiano el presidente ruso le regaló una cama de enormes dimensiones.
Todo el mundo la conoce con el nombre de 'lettone', porque era extraordinariamente grande. Además, Il Cavaliere la hizo popular porque la utilizaba en sus noches de sexo, según confesaron las jóvenes que asistieron a sus célebres festines de 'bunga bunga'.
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