EE.UU. lanza una seria advertencia a Johnson para que no rompa el Protocolo de Irlanda

Bruselas espera que el Gobierno británico defina los cambios para tomar medidas

El Gobierno de Johnson echa un pulso a Bruselas con la modificación del Protocolo de Irlanda del Norte

Johnson asegura que «nada, ni nadie» le impedirá continuar como primer ministro

El primer ministro británico, Boris Johnson, durante una reunión en Downing Street Reuters

La Comisión Europea ha decidido esperar acontecimientos y dar tiempo a que el Reino Unido termine o no de definir la legislación con la que pretende ignorar los preceptos establecidos en el Protocolo irlandés . Los portavoces del Ejecutivo comunitario han eludido precisar el calendario de la reactivación de los procedimientos de infracción contra Londres y ayer aconsejaban «esperar el anuncio concreto» de la decisión política.

Lo que sí está claro es que el anuncio por parte del Gobierno de Boris Johnson supone que las universidades británicas están aún más lejos de poder tener acceso a los cerca de 100.000 millones de euros de los fondos europeos para la investigación previstos en el programa ‘Horizon Europe’ que es uno de los pocos campos en los que los británicos habían previsto seguir conectados a la UE. Sin embargo, el embajador de la UE en Londres, el portugués Joao de Almeida, ha declarado a la prensa británica que la «falta de confianza» entre la UE y el Gobierno de Johnson, exacerbada por el plan de Gran Bretaña de reescribir unilateralmente parte del Protocolo irlandés, estaba teniendo «un impacto negativo en otras áreas».

La decisión de Boris Johnson amenaza también con tensar la relación con su principal socio, EE.UU. Ocurre, además, en la semana previa a la tercera ronda de conversaciones entre Reino Unido y EE.UU. para un tratado com ercial, que se celebrarán en Boston el 22 de junio. La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, aseguró que, de momento, el anuncio británico no será un impedimento para que celebre la reunión. Pero también dejó claro ese cambio de política podría suponer un obstáculo para los acuerdos comerciales: «La prioridad de EE.UU. sigue siendo proteger los logros del Acuerdo de Viernes Santo y preservar la paz, la estabilidad y la prosperidad para el pueblo de Irlanda del Norte», dijo.

En el pasado, varios pesos pesados de la política nortamericana han advertido al Gobierno de Johnson que una decisión de este tipo no sería bien acogida. Una delegación de diputados de la Cámara de Representantes visitó Irlanda e Irlanda del Norte el mes pasado, liderada por Richard Neal, un político muy cercano a Joe Biden (ambos de origen irlandés) y que preside el comité fiscal de la Cámara Baja. Ya entonces Neal advirtió que la necesidad de imponer cambios al Protocolo parecía «inventada» y exigía a Johnson que negociara «en buena fe» con la Unión Europea sobre cualquier cambio. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, también advirtió que EE.UU. no firmaría un tratado comercial con Reino Unido si el Gobierno de Johnson menoscaba los acuerdos de paz. La ratificación de esos acuerdos comerciales corresponde al Congreso de EE.UU.

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