Detienen en Moscú a la «escort» con información de la trama rusa
Ribka asegura poseer «pruebas» (unas supuestas grabaciones) sobre la injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales de EE.UU.

La estrambótica modelo bielorrusa A nastasía Vashukévich , más conocida como Nastia Ribka, se enfrenta a una posible pena de seis años de cárcel en Rusia por organizar un prostíbulo. Su compañero de correrías, Alexánder Kiríllov , alías Lesli e igualmente nacido en Bielorrusia, podría ser también acusado de proxenetismo. Ribka asegura poseer «pruebas» (unas supuestas grabaciones) sobre la injerencia de Moscú en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, pero su arresto parece estar más bien relacionado con la demanda que el magnate de aluminio, Oleg Deripaska, interpuso hace un año contra ella por violar su intimidad.
Tras casi un año de reclusión en una prisión tailandesa, Ribka y Lesli fueron condenados a una multa el martes por comportamiento impúdico, y el jueves introducidos en un vuelo de Aeroflot con destino a Moscú. Al llegar al aeropuerto capitalino de Sheremétievo, los dos fueron detenidos por agentes de las fuerzas de seguridad. Ayer circulaba un vídeo en el que se ve como la modelo bielorrusa ofrece resistencia y es por ello inmovilizada y obligada a permanecer en una silla de ruedas.
Fueron también arrestados algunos de los llegados en el vuelo de Bangkok que participaron en los «cursos de sexo» que Ribka y Lesli montaron en la playa de Pattaya (Tailandia) en febrero del año pasado. Este «perfomance» pornográfico fue lo que les puso tras la pista de la Policía tailandesa y les hizo dar con sus huesos en un « insalubre y tercermundista » centro de detención, según palabras a un canal ruso de uno de los jóvenes que participaron en la orgia de Pattaya y que, no obstante, no ha sido puesto el jueves a disposición judicial tras llegar a Moscú.
El abogado de Ribka, Dmitri Zatsarinski, ha solicitado su inmediata puesta en libertad por considerar que «se encontraba en el aeropuerto en tránsito hacia Minsk» y se ha puesto en contacto con el consulado de Bielorrusia en Moscú en demanda de ayuda.
El verdadero escándalo estalló hace poco más de un año cuando el líder opositor ruso, Alexéi Navalni, publicó en Youtube un vídeo elaborado a partir de las fotos colgadas en Instagram por la «escort» bielorrusa sobre un viaje realizado en 2016 en el yate de Deripaska por los fiordos noruegos. A bordo viajaban otras cinco chicas y el viceprimer ministro, Serguéi Prijodko.
La filmación duraba 25 minutos y, como explicaba Navalni, «estamos ante un caso flagrante de corrupción». Un alto funcionario del Gobierno «comprado» por el propietario de Rusal, una de las mayores empresas de producción de aluminio del mundo, mediante un confortable viaje de lujo amenizado por prostitutas de élite.
Ribka, famosa ya entonces por su libro « Cómo seducir a un millonario » y por sus continuas provocaciones públicas, practicando sexo con el primer viandante que pasaba en pleno centro de Moscú por la noche y colgándolo después en las redes sociales o desnudándose frente a la embajada de EE.UU. pidiendo ser «violada» por Harvey Weinstein, relató al detalle la singladura en el yate de Deripaska y cómo éste y Prijodko se divertían con ellas.
Contaba también el contenido de las conversaciones entre ellos sobre los vínculos del «rey del aluminio» con el jefe de campaña de Donald Trump, Paul Manafort. Por todo ello, Deripaska presentó una querella contra la «escort» bielorrusa. Pero ella partió enseguida hacia Tailandia y el caso quedó en suspenso. Medios rusos sostienen que ningún funcionario estadounidense trató de entrevistarse con Ribka mientras estuvo arrestada en Tailandia para averiguar qué sabe realmente sobre la trama de injerencia rusa en los comicios en EE.UU. Pero, si ha habido o no algún contacto al respecto, será una de las tareas que tendrá que dilucidar el Comité de Instrucción ruso, en cuyas manos se encuentra el caso y de cuyos miembros depende lo que suceda en adelante con Ribka y su compañero Lesli.
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