Los demócratas alertan de que la entrada de la juez Barrett en el Supremo acabará con el Obamacare

Los demócratas del Senado tienen algo claro: no tienen suficientes votos para oponerse a la confirmación de Amy Coney Barrett , la juez nominada por Donald Trump para el Tribunal Supremo . Con mucha probabilidad, tampoco tendrán tiempo para evitar que se produzca el reemplazo antes de las elecciones del 3 de noviembre . La carta que les queda es convertir el proceso de confirmación, que ha arrancado esta semana, en un mitin electoral que contribuya al cambio de poderes en Estados Unidos : recuperar la Casa Blanca y la mayoría en el Senado.

Su estrategia se centrará en dos puntos: resaltar la ilegitimidad del proceso y, sobre todo, retratarlo como una amenaza a la Ley de Cobertura Sanitaria Asequible (ACA), más conocida como Obamacare . Trump y los republicanos han optado por un reemplazo expedito en el Supremo tras la muerte el mes pasado de la juez Ruth Bader Ginsburg , bastión progresista en el tribunal. Lo hacen contra su precedente, ya que hace cuatro años bloquearon durante meses –tenían también entonces la mayoría– la confirmación de un juez nombrado por Barack Obama . Entonces lo justificaron en que era año de elección presidencial y había que dejar que hablar el pueblo.

Ese cambio de opinión es un acicate para el votante progresista, que se enfrenta a una renovación del Supremo que solidificará la línea conservadora (serán seis jueces elegidos por republicanos frente a tres nominados por demócratas) durante décadas.

A corto plazo, la llegada de Barrett está siendo utilizada como amenaza para la supervivencia de Obamacare. El Supremo discutirá la ley –que el presidente Donald Trump se comprometió a desmantelar, y lo ha logrado solo en parte– solo una semana después de las elecciones. Para entonces, Barrett podría vestir ya la toga del Supremo.

Este lunes, los senadores demócratas repetían uno detrás del otro las referencias al Obamacare y al impacto que tendrá entre las personas que accedieron a cobertura médica gracias a aquella reforma. Entre ellos, la candidata a la vicepresidencia, Kamala Harris , que defendió que los republicanos buscan que el Supremo les haga el «trabajo sucio» y que trata de «colocar una juez en el tribunal a tiempo para quitar las protecciones de ACA», lo que resultará en «millones de personas sin acceso a cobertura sanitaria en el peor momento posible, en medio de una pandemia».

Donde parece ahora que no incidirán tanto los demócratas es en consideraciones sobre las creencias religiosas de Barrett, una devota católica . Eso les perjudicaría en la búsqueda del votante moderado que necesitan para recuperar el poder.