Corbyn, desairado en la radio al no saber las cifras de sus promesas
«Tiene un iPad, el programa, un teléfono», lo presionó la periodista
Las campañas electores británicas tienen dos características que la diferencia de las españolas: los periodistas son mucho más duros e incisivos con los candidatos y se miran mucho más los aspectos contables. Las promesas deben venir refrendadas por cifras concretas. Ayer Jeremy Corbyn , el aspirante laborista, sufrió esas dos peculiaridades en carne propia, en una entrevista en BBC Radio 4 en la que fue ridiculizado por no saber cuál es el coste de una de sus promesas estelares, las guarderías gratuitas para todos los niños de dos años. Su patinazo fue un bálsamo para May, que está bajando en las encuestas.
«Tiene el programa en la mano. Tiene un iPad. Tiene un teléfono para llamar. ¿Y aun así todavía no sabe cuál es el coste?» , lo presionaba la periodista radiofónica Emma Barnett, de 32 años.
Corbyn participaba en un programa llamado «La hora de las mujeres» , en una jornada en la que estaba vendiendo su gran promesa social en guarderías: extender a 30 horas a la semana la asistencia gratuita a niños de dos años, con lo que el servicio, que ahora solo llega al 40% de los pequeños, pasará a ser universal. Pero la periodista, muy al gusto inglés, quiso bajar al detalle pecuniario. El diálogo entre ambos convirtió al líder laborista en la broma política del día, y a solo ocho días de las votaciones:
-¿Y cuánto costarán esas guarderías para 1,3 millones de niños?
-Costará… Obviamente costará un montón. Eso tenemos que asumirlo.
-Supongo que sabrá la cifra.
-Sí, la sé, costará un montón.
-¿Pero cuánto?
-Te daré la cifra en un momento.
Pero tras hacer un amago de revisar en la tableta, el veterano líder laborista, de 67 años, se marchó del estudio sin facilitar el dato del presupuesto de una de sus promesas más importantes. Más tarde, ya en otro acto, Corbyn pidió disculpas: «No tenía la cifra exacta delante, así que no podía darla, por lo tanto me disculpo».
La periodista fue vituperada de inmediato en las redes sociales por parte de algunos simpatizantes laboristas. En un gesto que lo honra, Corbyn tachó esos insultos de «abuso inaceptable».
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