Civiles de lunes a viernes y militares de fin de semana en Ucrania
ABC asiste a los entrenamientos de las Fuerzas de Defensa Territorial en la ciudad de Járkov
Un sol radiante acompaña el sábado por la mañana a un grupo de civiles, que no supera una docena, pertenecientes a las Fuerzas de Defensa Territorial a los entrenamientos militares del fin de semana , mientras la tensión por una nueva invasión rusa sigue presente. Electricistas, paramédicos, abogados e incluso sacerdotes se alistan como voluntarios. Aleksandr Krupskiy , de 46 años, durante la semana es un hombre de negocios y los sábados y domingos se entrena como militar en los de una escuela visiblemente abandonada cerca del centro de Járkov , la segunda ciudad más imporante de Ucrania y objeto de disputa por los rusos que la reclaman en este conflicto.
El entrenamiento empieza con unas clases teóricas de tácticas y preparación militar para luego pasar a la práctica. Los civiles vestidos con el equipamiento militar avanzan sigilosamente por la nieve, atentos a las trampas de minas con petardos que pusieron los supervisores, para recordarles de que el peligro es real.
Durante el simulacro, una detonación alcanza a uno de los civiles que debe ser atendido mientras sus compañeros capturan al francotirador enemigo camuflajeado y lo inmovilizan.
El grupo cuenta con solo tres armas, un rifle de francotirador, una ametralladora con mira telescópica y un rifle convencional para sus prácticas. El instrutor era el único que tenía casco y, el resto, llevaba el uniforme camuflado habitual con sus respectivas protecciones.
Krupskiy, que portaba la ametralladora, dijo a ABC que asiste a los entrenamientos del batallón de defensa desde 2014, pero forma parte desde hace cuatro años cuando firmó oficialmente el contrato. «Creo que es nuestro deber defender a nuestro país de las fuerzas extranjeras , por eso trato de asistir a los ejercicios cada sábado», comenta este hombre de 46 años.
«Luchar contra el enemigo»
«Hice el servicio militar y me gradué con rango de oficial», comenta y trae a colación que hasta el Euromaidán no planeó vincular su vida al Ejército. « Si me llaman para ir al frente claro que lo haré », dice mientras comparte que su familia está orgulloso de que él pertenezca a este grupo de civiles que están dispuestos a dar su vida por la defensa del país .
El oficial reconoce que no sabe cuánto tiempo va a durar esta crisis entre Ucrania y Rusia , pero ha visto como Occidente ha dado la espalda a Putin y le han amenazado con sanciones. «Lo que Rusia decida hacer depende exclusivamente de su líder», asegura.
Las Fuerzas de Defensa Territoriales están conformadas por al menos unos 130.000 civiles, hombres y mujeres , todos voluntarios, en todo el país. No son una formación militar, pero se rigen por las mismas reglas que una brigada de combate.
Maxsim Starodub es el responsable de organizar los entrenamientos territoriales de este grupo de civiles en Járkov, que como en todo el territorio nacional, están bajo el amparo del Ministerio de Defensa. El pasado 27 de enero, la Rada Suprema ucraniana introdujo enmiendas a la ley de resistencia nacional y aprobaron el uso de pequeñas armas y rifles de caza para la formación voluntaria de las comunidades.
Starodub explica que la formación consiste en doce objetivos, pero el más importante es « luchar contra las unidades enemigas », aunque también deben protegerse de objetos no identificados, reforzar el control de la frontera y mantener sus posiciones ante el avance de las tropas rusas. «Estamos en una etapa de formación, pero pronto estaremos listos para realizar misiones de combate lo antes posible», concluye.
La acumulación de tropas rusas en la frontera de Ucrania ha derivado en la necesidad del Gobierno ucraniano de engrosar sus fuerzas y no solo las militares . Este año se han multiplicado los reservistas civiles que aguardan en caso de que sean necesarios para un eventual combate.
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