Bloomberg, un terremoto en las primarias demócratas
La víctima obvia sería Joe Biden. Ambos son candidatos moderados, vistos con buenos ojos por el «establishment» y un muro de contención frente al alma izquierdista del partido demócrata, cada vez más dominante
El desembarco hipotético de Michael Bloomberg en las primeras demócratas provocaría una sacudida con efectos en todos los candidatos. La víctima obvia sería Joe Biden. Ambos son candidatos moderados, vistos con buenos ojos por el «establishment» y un muro de contención frente al alma izquierdista del partido demócrata, cada vez más dominante. El ex vicepresidente ha pasado de ser favorito irremediable a candidato en problemas. Los izquierdistas Elizabeth Warren y Bernie Sanders y el moderado Pete Buttigieg recaudan más fondos que él, mientras que su posición en las encuestas se debilita. Sigue en cabeza en los sondeos nacionales, pero ha perdido mucho peso en Iowa, el primer estado en celebrar primarias y cuyo resultado es clave para la salud de las campañas. Algunas encuestas le dan cuarto en aquel estado. La irrupción de Bloomberg solo erosionaría todavía más su posición, en un momento en el que los sondeos sobre los estados clave empiezan a tener más peso que los nacionales. Biden quiso ayer quitar importancia a la llegada de Bloomberg: «Si no me equivoco, voy bastante bien frente a Trump y frente al resto de gente en las primarias».
La segunda víctima, casi colateral, sería Buttigieg. Ha hecho grandes esfuerzos para dejar de ser un candidato muy improbable -37 años, gay y con la única experiencia de ser alcalde de una localidad pequeña de Indiana- y posicionarse como una alternativa moderada a Biden. La entrada de Bloomberg diluiría sus opciones.
Bloomberg, en cualquier caso, no aterrizaría con mucha popularidad. Un estudio de Fox News del mes pasado mostraba que solo el 6% de los votantes demócratas en primarias le votarían sin duda, mientras que el 32% aseguraba que no le votaría en ningún caso.
El multimillonario tendría otros problemas: le costará entrar en los debates entre candidatos, porque las normas imponen unos niveles de recaudación de donaciones que él no tiene, y desembarca en unas primarias en las que buena parte del debate está centrado en asuntos como la desigualdad económica, la diversidad cultural y los cambios generacionales. Y él es una de las mayores fortunas del país, y un hombre blanco y de 77 años.
La entrada de Bloomberg podría ser beneficiosa para los candidatos izquierdistas. Lleven meses atacando el dominio de las grandes fortunas y empresas en el juego político, han rechazado contribuciones de plataformas electorales corporativas, han defendido elevar la presión fiscal a los ricos , utilizan el poder de las grandes fortunas en cada discurso… y ahora les cae un multimillonario al que atacar. «La clase multimillonaria está asustada y debería estar asustada», dijo Sanders como reacción a la noticia sobre Bloomberg. Warren, más irónica, le dio la bienvenida a la campaña en Twitter con un enlace a su página web para que pudiera calcular cuánto tendría que pagar con el impuesto patrimonial que defiende. En ella, el usuario puede elegir directamente calcular la fortuna de Bloomberg. Lo que le tocaría pagar serían algo más de tres mil millones de dólares.
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