Bloomberg, exalcalde de Nueva York, ultima su candidatura a la presidencia de EE.UU.
El multimillonario está dando los pasos formales para registrar su presencia en las primarias de Alabama, cuyo plazo para estar en las papeletas se cierra este viernes
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Un buen empresario se caracteriza por detectar y aprovechar oportunidades. Michael Bloomberg -multimillonario de los medios, una de las mayores fortunas del mundo y ex alcalde de Nueva York- la ha visto en las primarias demócratas para la presidencia de EE.UU.
Después de amagar varias veces con un asalto a la Casa Blanca -exploró candidaturas en 2008 y 2012 y en 2016 dijo que se presentaría si Bernie Sanders ganaba la nominación demócrata para enfrentarse a Donald Trump-, parece que ahora está dispuesto a hacerlo: sus asesores han confirmado que registraría su nombre para las primarias de Alabama, cuyo plazo de inscripción se cerraba ayer. La decisión de Bloomberg, que supondría un terremoto en la campaña, no está decidida al cien por cien, pero parece probable.
La oportunidad que trae a Bloomberg al ruedo electoral tiene un nombre: Joe Biden. El ex vicepresidente con Barack Obama apuntaba a favorito irremediable en el arranque de campaña. Esa fue la razón por la que Bloomberg desestimó una candidatura el pasado marzo. «Creo que le ganaría a Donald Trump en las elecciones», dijo entonces. «Pero tengo muy claro que me sería difícil ganar la nominación demócrata con tantos candidatos». El número de contendientes era lo de menos. Lo principal es que Biden, el candidato moderado, con el favor del «establishment» del partido, ocupa un espacio político similar al suyo. Bloomberg es un candidato de centro, pragmático, que ha sido alcalde de Nueva York como republicano y como independiente, que defiende posiciones progresistas en lo social -aborto, control de armas, medio ambiente- y liberales en lo económico.
Han pasado ocho meses desde entonces, y el paisaje de las primarias ha dado un vuelco: Biden sigue encabezando las encuestas a nivel nacional, pero pierde fuelle; su desempeño en los debates ha sido mediocre y ha hecho temer a muchos cómo sería contra un animal del escenario como Trump ; y su capacidad para recaudar fondos electorales se ha estancado.
En la otra punta del espectro político demócrata, la senadora izquierdista Elizabeth Warren sube como la espuma con propuestas que asustan al «establishment»: mucho gasto social y mucha presión fiscal a empresas y grandes fortunas.
Además de la oportunidad de la debilidad de Biden, Bloomberg ve un cálculo funesto para los demócratas: si Warren o el otro candidato izquierdista, Sanders, se imponen en las primarias, Trump tendría más fácil la elección.
La propuesta de Bloomberg es sencilla: conquistar el voto moderado de un Biden en problemas para ganar las primarias, lo que permitiría un candidato -él- con más opci ones que Warren o Sanders de derrotar al presidente -ganaría republicanos moderados, independientes y toda la coalición «anti-Trump»- en su reelección.
Su puesta en marcha, sin embargo, es muy complicaao. Sobre todo porque aterriza en las primarias tarde y como un paracaidista , sin haber hecho campaña, sin estructura en estados clave. Eso sí, con el músculo financiero de su fortuna.
Si Bloomberg se plantara en una elección general contra Trump, su atractivo sería innegable: mucho más exitoso en los negocios, con una experiencia de gestión demostrada tras doce años como alcalde de la principal ciudad del país y con algo que le dolería mucho a Trump: más dinero. Tiene una fortuna de 51.000 millones de dólares, la 8ª de EE.UU., frente a los 3.100 millones del presidente.
Una previa de lo que sería la batalla entre ambos se produjo en el verano de 2016, cuando Trump ya había conseguido la nominación republicana y Bloomberg decidió no presentarse al considerar que Hillary Clinton era «la elección adecuada».
«Yo monté un negocio y no lo empecé con un cheque de un millón de dólares de mi padre », aguijoneó Bloomberg, que creció en una familia de clase media, en referencia a Trump. El entonces candidato respondió con un mote despectivo marca de la casa -«‘Pequeño’ Michael Bloomberg», le dijo por su estatura- y dijo que «nunca tuvo agallas para presentarse a presidente» y que su último mandato en Nueva York «fue un desastre».
Tras conocerse que Bloomberg ultima su desembarco en la campaña, Trump reaccionó con fiereza: « Se han convertido en nada , no le va bien», dijo sobre el posible candidato. «Tienes problemas personales y otros problemas», dijo, sin dar detalles. «A nadie me gustaría enfrentarme más que al ‘Pequeño’ Michael».