Biden endurece en Nueva York, sacudida por la violencia, su mensaje contra el crimen
El presidente ha anunciado una nueva estrategia que incluye aumentar las partidas para incrementar el número de agentes, programas de prevención o persecución del tráfico de armas ilegales
Joe Biden viajó este jueves a Nueva York con el objetivo de poner el contador a cero en su mensaje y en sus políticas sobre lucha contra el crimen violento. El presidente de EE.UU. no ha sido capaz de proyectar hasta el momento una imagen de contundencia al respecto, tras dos años de convulsiones sociales y exigencias de reformas policiales radicales tras la muerte de George Floyd y en medio de enfrentamientos feroces dentro de su partido al respecto. Hoy buscó pivotar de la mano de una estrella creciente del partido demócrata: Eric Adams, el nuevo alcalde de Nueva York.
Biden tiene vitola de ‘blando’ con el crimen, pese a que durante su carrera política se destacó como un demócrata moderado, cercano a los cuerpos de policía y que impulsó legislaciones de justicia criminal duras -por alguna se tuvo que disculpar como candidato a la presidencia- en su carrera larga en el Senado. En el éxito de la etiqueta confluyen varios factores: la oleada de violencia que sacude al país desde el comienzo de la pandemia de Covid-19 -durante la que se ha disparado la venta de armas-, las proclamas a favor de la ‘abolición’ o los ‘recortes’ a la policía que defendió parte de su partido en la resaca de la muerte de Floyd y el azote de los medios conservadores, que lo retratan siempre como cautivo de las posiciones radicales de los izquierdistas demócratas.
El presidente buscó sacudirse todo eso con un anuncio de una nueva estrategia sobre crimen y con un rechazo expreso a esas propuestas que defiende parte de su partido. « No nos interesa recortar, nos interesa financiar» , dijo en referencia a las proclamas de las protestas y a su actual propuesta: aumentar las partidas para incrementar el número de agentes, programas de prevención o persecución del tráfico de armas ilegales.
Biden presentó su plan en un escenario de gran simbolismo: la sede de la Policía de Nueva York, un edificio enorme y feo en el Sur de Manhattan que no pisaba un presidente desde Barack Obama en 2011.
La oleada de violencia no es algo exclusivo de Nueva York -de hecho, hay otras grandes ciudades más castigadas en los últimos años-, pero lo provechoso para Biden es el hombre que está ahora al frente.
Eric Adams , excapitán de la policía de Nueva York, ganó por sorpresa las primarias demócratas del año pasado por su mensaje duro contra el crimen. Ahora representa una posición sobre lucha contra la violencia - conjuga defensa de la seguridad pública y reformas en los cuerpos de policía para evitar abusos- que apoya buena parte del electorado. Y a la que el presidente de EE.UU., hundido en las encuestas -poco más de un tercio de los estadounidenses le aprueba en lucha contra el crimen-, buscó este jueves adherirse
Sacar armas ilegales de las calles
«Estamos unidos para acabar con la violencia armada que ha sacudido a esta ciudad y a este país, para proteger a nuestra gente y a los policías que juran protegernos y para restaurar el sueño americano de seguridad, estabilidad y prosperidad», dijo Adams con una contundencia que muchos quisieran encontrar en Biden.
Biden repasó su plan para sacar armas ilegales de las calles estadounidenses -que ya presentó el pasado mes de junio- e invitó a las entidades locales de EE.UU. a que utilicen los fondos federales del último plan de rescate para, entre otras cosas, «contratar más policías, aumentar la vigilancia comunitaria, pagar horas extras a los agentes y comprar tecnología para detectar tiroteos».
Antes de su viaje a Nueva York, la Casa Blanca instruyó a los fiscales federales a que incrementen recursos para combatir la violencia armada a nivel local y ordenó al Departamento de Justicia que persiga las ‘armas fantasma ’, que se montan por piezas y quedan fuera de la regulación federal.
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