El expolicía Eric Adams será el próximo alcalde de Nueva York
El demócrata sucederá en el cargo a partir del 1 de enero a Bill de Blasio, que le deja una ciudad llena de problemas
El candidato demócrata Eric Adams cumplió los pronósticos y ganó este martes la elección para la alcaldía de Nueva York , la mayor ciudad de EE.UU. y su capital económica y cultural. Adams, un excapitán de la policía elegido en un momento de aumento de la inseguridad en la Gran Manzana, se impuso sin complicaciones al candidato republicano, Curtis Sliwa. Adams será el alcalde número 110 de la historia de Nueva York y el segundo de la comunidad negra.
Sliwa, un candidato pintoresco, fundador de los Ángeles Guardianes -un grupo de protección frente al delito integrado por voluntarios- y locutor de radio, protagonizó una campaña llena de ataques personales contra Adams.
Su vehemencia no fue suficiente en una ciudad convertida en bastión progresista, y en la que su próximo regidor se decidió casi por completo en las primarias demócratas del pasado junio. Entonces, Adams se impuso al favorito en los primeros compases -el excandidato a la presidencia Andrew Yang- y a varios candidatos izquierdistas, en la batalla ideológica que descose en estos años al partido demócrata y que se repite tanto a nivel local como nacional.
Adams sucederá en el cargo a partir del próximo 1 de enero a Bill de Blasio, que llegó a la alcaldía en 2014 y que le d eja una ciudad llena de problemas: afectada todavía por la pandemia de Covid-19, necesitada de recuperación económica, con los servicios públicos debilitados y, sobre todo, en una oleada de inseguridad que viene desde el año pasado.
Adams se esforzó en convertir la seguridad pública en el principal asunto de las primarias y de la elección. Las corrientes izquierdistas del partido abrazaron las peticiones de ‘recortes’ o ‘abolición’ de la policía el año pasado, surgidas las protestas por la muerte de George Floyd en Mineápolis. La carta política de Adams fue no sumarse a ellas: defendía que esas medidas solo perjudicaban a las minorías raciales de barrios excluidos, los que más pueden necesitar la presencia policial.
El ganador de las elecciones tenía autoridad en el asunto sensible de la seguridad pública: nacido en una familia muy humilde de Queens y criado después en Brooklyn -donde ahora reside-, sufrió abusos policiales en la adolescencia. Su forma de combatirlo fue ingresar en el cuerpo y, con el paso de los años, exigir reformas desde dentro. Se convirtió en una voz influyente a favor de los cambios para limitar los abusos policiales y acabó por dar el salto a la política.
Dentro del partido demócrata, progresó como senador estatal y después presidente del distrito de Brooklyn, hasta formalizar su candidatura a la alcaldía.
En plena batalla ideológica entre los izquierdistas y moderados del partido, la misma que tiene bloqueada la agenda legislativa del presidente Joe Biden en el Congreso, Adams se ha calificado como «pragmático moderado» y «progresista original». Aunque lleva décadas de lucha por la justicia racial, no ha seguido la línea más ambiciosa de otros candidatos izquierdistas. Su posición centrista le granjeó el apoyo de sectores amplios del partido, desde el exalcalde Michael Bloomberg, un moderado que empezó en el partido republicano, al propio De Blasio.
«Se trata de devolver un sentido de protección a nuestra ciudad y no el desorden que se siente en este momento», dijo ayer en una entrevista con la cadena 101-WINS antes de conocerse los resultados.
Pero la seguridad no será lo único que tenga que recuperar. Nueva York, como el resto del país, no se ha sacudido todavía la pandemia y su recuperación económica, que se esperaba para este otoño, está lejos de materializarse.